quarta-feira, maio 27, 2009

427) Chile: uma experiencia economica bem sucedida

Chile cosecha los frutos de haber ahorrado durante el auge de las materias primas
The Wall Street Journal, 27/5/2009

Santiago, 27 de mayo.-Durante el reciente boom en los precios de las materias primas Andrés Velasco, el ministro chileno de Hacienda, fue un aguafiestas. Chile, el mayor productor de cobre del mundo, estaba cosechando la bonanza proveniente de la cuadruplicación del precio del metal, pero Velasco insistió en destinar una buena porción de esos ingresos a un fondo de estabilización.

Cuando los ahorros superaron los US$20.000 millones —más del 15% del Producto Interno Bruto— creció la presión para que el ministro de 48 años rompiera la alcancía. En septiembre, un grupo de manifestantes irrumpió en una presentación de Velasco, portando una pancarta con su figura y gritando "la plata del cobre es para la gente humilde".

Velasco, preocupado de que un alud de ingresos provocara burbujas de crédito y consumo, se mantuvo firme a pesar de que la popularidad del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet se desvanecía. La historia latinoamericana, advirtió, está "plagada de episodios de auges mal manejados que terminaron con el desperdicio de los recursos".

Hoy, Velasco parece un profeta. Desde el inicio de la crisis económica global, los precios del cobre han caído 50%, parte del pronunciado declive de otras materias primas. Las economías emergentes que no cuidaron el bolsillo en los años de vacas gordas ahora sufren las consecuencias. Argentina, donde abunda la soya, enfrenta una posible cesación de pagos mientras que Rusia, rica en petróleo, ha tenido que salir al rescate de bancos y empresas que se sobreendeudaron.

Gracias a la prudencia de Velasco, Chile trata de capear la recesión global por sus propios medios. Las medidas preventivas han permitido que el gobierno no tenga que gastar un solo peso en rescates bancarios. Luego de haber aprovechado la época de bonanza para pagar su deuda externa, Chile es un país acreedor con una calificación de deuda que fue elevada por Moody's Investors Service en marzo.

El país está destinando parte de sus ahorros del cobre a un gran plan de estímulo que consiste en obras públicas que generan empleo, incentivos tributarios para empresas e inversiones para mantener minas en operación, entre otras medidas. El de Chile es uno de los mayores paquetes de estímulo fiscal del mundo, relativo al tamaño de la economía. El plan chileno equivale al 2,8% del PIB, frente al 2% del PIB en el caso de Estados Unidos. Como resultado, los economistas esperan que la producción anual disminuya 0,5% este año, una caída leve comparada con el desempeño de otras economías.

Juan Carlos Huaiquimil, que vende bebidas desde un carrito ambulante, encabeza una de los 1,7 millones de familias, el 40% más pobre de la población, que recibió un bono del gobierno equivalente a US$70 en marzo. Huaiquimil dice que el dinero vino como caído del cielo, ayudándole a pagar materiales y uniformes escolares para sus tres hijos. "¿Cuántos países están en situación de poder regalar dinero hoy en día?", pregunta.

La respuesta en los mercados emergentes es no muchos. Durante el auge de las economías emergentes que empezó en 2003, los gobiernos que estaban amasando los dólares provenientes de sus exportaciones de commodities o bienes manufacturados a menudo alabaron de la boca para afuera la idea de ahorrar para los tiempos difíciles. Países desde Bahrain a Brasil crearon fondos soberanos, vehículos de inversión diseñados para hacer crecer las arcas nacionales.

Pero ahora, cuando el gasto público debe llenar el vacío dejado por la inversión privada, las economías emergentes "tienen una capacidad limitada para reactivar sus economías", dice Claudio Loser, ex economista jefe para Latinoamérica del Fondo Monetario Internacional. Por eso la recuperación en muchas economías emergentes probablemente será titubeante, afirma.

Brasil e India tienen altos niveles de deuda, algo que compromete los recursos que, de otro modo, serían utilizados para estimular la economía, dice Loser. México, por su parte, no tiene mucho margen de maniobra para fomentar el gasto en parte porque el gobierno destinó más ingresos de los años buenos a gastos corrientes que al fondo soberano del país, dicen economistas.

La prudencia está pagando dividendos políticos atrasados para la Concertación, la coalición gobernante de Chile. El gobierno es más popular ahora, en medio de una recesión global, que en los años del auge del cobre. La presidenta Bachelet tiene un índice de aprobación del 67%, 25 puntos por encima de agosto pasado. Velasco, cuyo puesto parecía peligrar hace uno año o dos, es tan popular como ella.

Sebastián Piñera, un exitoso empresario conservador, parecía el seguro ganador de las elecciones presidenciales de diciembre, una victoria que pondría punto final a 20 años de gobierno de la Concertación. Pero el diestro manejo de la crisis por parte del gobierno le ha infundido nuevas esperanzas a la campaña del candidato de la coalición, el senador y ex presidente Eduardo Frei.

La conciencia de ahorro fiscal de Chile, que por mucho tiempo ha sido un laboratorio de experimentos económicos, fue forjada por una tragedia en los años 70. Para financiar su plan para convertir al país en un estado socialista, el entonces presidente Salvador Allende imprimió más dinero, causando una inflación de más del 500% y alienando a la clase media. Las tensiones sobre la sociedad desembocaron en el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, en el cual los aviones de la Fuerza Aérea bombardearon el palacio presidencial.

Velasco, que en ese entonces tenía 13 años, recuerda que un senador visitó a su padre, un profesor de derecho, un día antes de que éste respondiera a una citación judicial para que se presentara ante las autoridades. El senador creía que su padre "llegaría a la casa a cenar", cuenta el ministro. "No volvió durante tres o cuatro años". Estuvo preso y, años más tarde, fue expulsado del país por denunciar los abusos de derechos humanos.

Velasco estudió economía en la Universidad de Columbia como parte de un intento por "entender cómo esto pasó (en Chile) y cómo asegurarnos de que no vuelva a ocurrir". La conclusión a la que llegaron Velasco y otros economistas de izquierda fue que la inflación galopante había convertido a Chile en un territorio fértil para los intentos golpistas y que no se puede garantizar la estabilidad política sin la estabilidad financiera.

Tomando esa lección en cuenta, los gobiernos de la Concertación que han gobernado desde 1990 han registrado superávit fiscales en todos los años, salvo cuatro, dice Velasco. También preservaron las políticas pioneras de libre mercado del régimen militar liderado por Augusto Pinochet, incluyendo la privatización del sistema de pensiones y de las empresas públicas.

Cuando Velasco se hizo cargo de la cartera de Hacienda, en 2006, el país vivía un alza histórica en los precios del cobre, algo que puede crear burbujas en la banca, los bienes raíces y el consumo. Al mismo tiempo, las ganancias en dólares de las materias primas pueden fortalecer demasiado la moneda local, perjudicando las exportaciones. Eso hace que la economía sea vulnerable cuando cae el precio de los commodities, como Chile ya experimentó en carne propia a principios de los 80.

Para impedir que la historia se repitiera, Velasco impulsó en 2006 una ley que exige que el presupuesto anual se base en una estimación de un comité independiente del precio promedio del cobre en los próximos diez años, no en el precio de mercado actual. Los ingresos del cobre por encima del precio calculado en el presupuesto van a parar a un fondo gestionado en el exterior. En 2007, por ejemplo, el precio calculado en el presupuesto fue de US$1,21 la libra, mientras que el precio de mercado llegó a US$3,23 la libra. El excedente, unos US$6.000 millones, se destinó a un fondo de ahorro invertido en instrumentos conservadores como bonos del gobierno e instrumentos del mercado monetario denominados en dólares, euros y yenes. El programa es "exactamente lo que haría cualquier familia", dice Velasco. "Si se recibe un dinero extra uno se pregunta ¿lo volveré a tener el próximo año? Si la respuesta es no, entonces hay que ahorrar una parte".

Ahora, Chile puede echar mano a esos ahorros.
El gobierno invirtió US$700 millones en un gigantesco programa de infraestructura que promete crear 80.000 empleos en obras como pavimentación de carreteras. Uno de los trabajadores es Roberto Urrutia, quien había estado cesante desde diciembre y se vio forzado a cancelar su teléfono de línea fija y pedir prestado para la educación de sus hijos. "Colocarme el casco es la mejor sensación del mundo en estos momentos", dice.

domingo, maio 24, 2009

426) Acao afirmativa nos EUA: o debate juridico e politico

O artigo abaixo foi publicado em 2008, mas conserva toda a sua atualidade, não apenas em torno da complexidade do debate jurídico e social ocorrendo nas instâncias governamentais e no âmbito da opinião pública dos EUA sobre a questão das cotas raciais nas universidades, mas ele também pode ajudar a iluminar um pouco esse debate (tão pobre) que ocorre no Brasil.

Op-Ed Contributor
Affirmative Distraction
By STEPHEN L. CARTER
New York Times, July 6, 2008

THIRTY years ago last week, the Supreme Court handed down its Bakke decision, hoping to end the argument over the constitutionality of affirmative action in college admission. But with hindsight, it’s clear that the justices mainly helped hasten the end of serious discussion about racial justice in America. As they set the stage for a lasting argument over who should get into college, the wound of race continued to fester, unhealed, and our politics moved on.

The ruling in Regents of the University of California v. Bakke was the court’s disorderly attempt in 1978 to bring some order to racially conscious admissions programs. The medical school of the University of California at Davis had set aside 16 spots for members of groups described as having been subjected to past discrimination.

The program was not unusual. Worried about lagging minority enrollments and prodded by the federal government, colleges across the country, having once taken race into account to keep certain groups out, had begun considering it as a factor in order to help members of those groups get in. A rejected applicant, Allan P. Bakke, argued that the program at Davis discriminated against him because he was white.

The Supreme Court was unable to make up its collective mind. Four of the justices would have upheld nearly all college affirmative action programs, and four others would have struck nearly all of them down. Justice Lewis F. Powell Jr.’s lone opinion therefore controlled the result.

Justice Powell proposed that university administrators could consider an applicant’s race — sometimes, anyway — as long as they did not establish any racial quota, a term he inexactly defined. Baffled colleges consulted baffled lawyers. Justice Powell’s laudable effort at compromise had sown confusion. Eventually, college administrators worked out their response: They would pay attention to the Bakke decision when it suited them — the rest of the time they would ignore it.

In the ensuing years, America has come to treat racial injustice the same way. Having failed miserably in our efforts to undo the damage wrought by two centuries of slavery and another of Jim Crow, we threw up our hands and moved on. We still fight over affirmative action and pretend it means we’re fighting over racial justice. We debate its pros and cons in order to avoid coming to grips with more fundamental challenges.

Those who suffer most from the legacy of racial oppression are not competing for spaces in the entering classes of the nation’s most selective colleges. Millions of them are not finishing high school. We countenance vast disparities in education in America, in where children start and where they come out. And we do not even want to talk about it.

It was not always this way. From the early years of the nation’s founding through somewhere in the mid-1970s, racial injustice was the fundamental moral question of American politics. Through wars and depressions, through scandals and disasters, the attention of the American people was repeatedly yanked back — at times forcefully — to the divide between black and white.

America fought over slavery. America fretted about Jim Crow and finally put a stop to it. During the 1960s, the nation tried out various remedies for its horrific history, including school integration and, especially during the Nixon administration, minority hiring programs. But by 1978, the nation’s attention was slipping to other pressing moral questions — abortion and the environment, for instance — and has never quite slipped back.

It’s true that, nowadays, some of the data on racial progress are rosy, and deserving of celebration. In the past decade alone, according to the Census Bureau, the number of black adults with advanced degrees has nearly doubled. More than half a million more black students are in college today than in the early 1990s. Since 1989, the median income of black families has increased more than 16 percent in constant dollars. In the years since the passage of the No Child Left Behind Act, the black-white gap in test scores has narrowed, and is now smaller than it has ever been. The black middle class has never been larger.

For the first time, a major party is going to nominate an African-American candidate for president.

But it’s also true that income stratification among African-Americans has increased, and the gap between the well-off and the poor is growing. One in three black students fails to finish high school, and nearly all of those who don’t graduate are poor. Rates of violent crime are falling nationally, but the murder rate among young black men has risen sharply. America has two black communities, really, and one of them is falling further and further behind.

Alas, the structure of our politics makes it increasingly difficult to address the plight of those for whom race and poverty have become inexorably intertwined. For example, even though we know that children of married parents are significantly less likely to have trouble in school or to wind up poor or in prison, politicians on the left continue to oppose programs to encourage marriage.

Critics like to claim that other forces — poverty, for example, or discrimination — discourage marriage. No doubt they do. But marriage rates among African-Americans were significantly higher when segregation was everywhere and poverty rampant. The poverty rate among African-Americans has declined by a quarter since Bakke was decided, but the marriage rate has plummeted, and life for the children of the inner city is often nasty, brutish and short.

What about education? According to data from the Harvard Civil Rights Project, schools are significantly more segregated in the Northeast than in the South. The reason might be not overt racism, but the fact that affluent blue-state families are likely to move to the suburbs or send their children to private school. One obvious response would be to give poor families in the inner cities the money they need to purchase private education for their children. But this the Democratic Party steadfastly opposes.

For its part, the Republican Party, last seen fighting tooth and claw against efforts to extend the Voting Rights Act, continues to oppose what activists like to call throwing money at the problem of poverty. For both parties, affirmative action represents a way to pretend to be doing something — what I have long called racial justice on the cheap.

Cheap is what we like. When political consultants say, “Programs for the poor are poor programs,” what they mean is that poverty plays poorly on the stump. Even John Edwards, in trying to focus the nation’s attention on poverty during his presidential campaign, proposed strategies like raising the minimum wage, which, while admirable, do nothing to help the poor and may, at the margins, even harm them.

University affirmative action programs, whatever their benefits, are no remedy for the problems of the black poor. Perhaps this is why Barack Obama has questioned publicly whether his children should benefit from them and also why leading voices on the black left — Cornel West comes to mind — have proposed that college admissions programs give preferential consideration based on economic class.

But restructuring affirmative action programs, although perhaps a good idea, would in the end, like the Bakke decision, amount to more tinkering around the edges. Unless racial justice once again becomes the centerpiece of American politics, with both parties willing to rethink their positions, those who are suffering most from our legacy of racial oppression will continue to fall further behind.

Stephen L. Carter, a law professor at Yale, is the author of the forthcoming novel “Palace Council.”

sábado, maio 23, 2009

425) A crise, antevista por um homem de mercado

Por vezes, e' preciso esperar algum tempo para ter a justa perspectiva das coisas.
Esta entrevista, publicada no Wall Street Journal quase um ano atras, ja alertava para a deterioracao da situacao americana antes do desastre de setembro do ano passado, quando o Leman Brothers quebrou e nao foi salvo pelo Fed, como tinha sido o caso com o Bear Sterns, em marco, quando o Fed facilitou sua compra pelo J.P. Morgan.
O entrevistado, um experiente homem de mercado que ja tinha assistido uma outra crise vinte anos anos, alertava apenas para a deterioracao da situacao, num cenario apenas de restricao ao credito, quase um ano depois que a bolha imobiliaria se manifestou em agosto de 2007.
Desde entao a situacao so fez piorar, embora parece que o fundo do poco esta 'a vista (dizem os mais otimistas).
O mais importante seria registrar que aqueles que atribuem a culpa apenas a mercados desregulados, ou 'a cobica dos especuladores de Wall Street, terao aqui a confirmacao de que o grande culpado e' mesmo o governo, com sua inundacao monetaria e taxas de juros artificialmente baixas.
Vale a pena reler...
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Paulo Roberto de Almeida

COMMENTARY: THE WEEKEND INTERVIEW
Theodore J. Forstmann

The Credit Crisis Is Going to Get Worse
By BRIAN M. CARNEY
The Wall Street Journal, July 5, 2008; Page A9
New York


Twenty years ago, Ted Forstmann contributed a scathing – and prescient – op-ed to this newspaper warning that the junk-bond craze was about to end badly: "Today's financial age has become a period of unbridled excess with accepted risk soaring out of proportion to possible reward," he wrote in October 1988. "Every week, with ever-increasing levels of irresponsibility, many billions of dollars in American assets are being saddled with debt that has virtually no chance of being repaid."

Within a year, the junk-bond market had collapsed, and within 18 months Drexel Burnham Lambert, the leading firm of the junk-bond world, was bankrupt. Mr. Forstmann sees even worse trouble coming today.

For a curmudgeon, he is a cheerful man. When we met for lunch recently in a tony midtown restaurant, he was wearing a well-tailored suit, a blue shirt and a yellow tie. He spoke with the calm self-assurance of someone who has something to say but nothing left to prove.

"We are in a credit crisis the likes of which I've never seen in my lifetime," Mr. Forstmann warns. He adds: "The credit problems in this country are considerably worse than people have said or know. I didn't even know subprime mortgages existed and I was worried about the credit crisis."

Mr. Forstmann denies being an expert in the capital markets. But he does have some experience with them. He was present at the creation of the private-equity business. The firm he co-founded, Forstmann Little, rode the original private-equity boom in the 1980s while skirting the excesses of the junk-bond craze in the later years. It was for a time the most successful private-equity firm in the world, renowned for both its outsize returns and its caution. For two years after Mr. Forstmann wrote his 1988 op-ed, Forstmann Little sat on $2 billion in uninvested funds, waiting for the right opportunities. Savvy investments in Dr. Pepper and Gulfstream, among others over the years, helped make Mr. Forstmann a billionaire.

These days, he devotes most of his professional attention to IMG, the sports and entertainment agency. But the economy has him worried.

Mr. Forstmann's argument about the present crisis starts with the money supply. After Sept. 11, 2001, the Federal Reserve pumped so much money into the financial system that it distorted the incentives and the decision making of everyone in finance. He illustrates this with what he calls his "little children's story": Once upon a time, when credit conditions and the costs of borrowing money were normal, the bank opened at 9:00 a.m. and closed at 5:00 p.m. For eight hours a day, bankers made loans and took deposits, and then they went home.

But after 9/11, the Fed opened the spigot. Short-term interest rates went to zero in real terms and then into negative territory. When real interest rates are negative, borrowing money is effectively free – the debt loses value faster than the interest adds up. This led to a series of distortions in the financial sector that are only now coming to light. The children's story continues: "Now they [the banks] have all this excess money. And they open at nine, and from nine to noon or so, they're doing all the same kind of basically legitimate things with it that they did before."

So far, so good. "But at noon, they have tons of money left. They have all this supply, and the, what I would call 'legitimate' demand – it's probably not a good word – but where risk and reward are still in balance, has been satisfied. But they're still open until five. And around 3:30 in the afternoon they get to such things as subprime mortgages, OK? And what you guys haven't seen yet is what happened between noon and 3:30."

Straightforward economics tells us that when you print too much money, it loses value and prices go up. That's been happening too. But Mr. Forstmann is most concerned with a different, more subtle effect of the oversupply of money. When it becomes too plentiful, bankers and other financial intermediaries end up taking on more and more risk for less return.

The incentive to be conservative under normal credit conditions is driven in part by what economists call opportunity cost – if you put money to use in one place, it leaves you with less money to invest or lend in another place. So you pick your spots carefully. But if you've got too much money, and that money is declining in value faster than you can earn interest on it, your incentives change. "Something that's free isn't worth much," as Mr. Forstmann puts it. So the normal rules of caution get attenuated.

"They could not find enough appropriate uses for the money," Mr. Forstmann says. "That's why my little bank story for the kids is a fun way to put it. The money just kept coming and coming and coming and coming. What are you going to do with it? IBM only needs so much. The guy who can really pay his mortgage only needs so much." So you start thinking about new ways to lend the money, which inevitably means riskier ways.

"I don't know when money was ever this inexpensive in the history of this country. But not in modern times, that's for sure."

Combine this with loan syndication and securitization, and the result is a nasty brew. Securitization and syndication allow the banks to take the loans off their books and replenish their capital. They then use this capital to make new loans, which they securitize or syndicate and sell to the hedge funds, which buy them with the money they borrowed from the banks. For a time, everyone makes money.

In fact, for six years, a lot of people made a lot of money in this environment. So much money that, as Mr. Forstmann notes, the price of admission to the Forbes 400 list of the richest Americans has gone from $500 million 10 years ago to over $1 billion today. (Mr. Forstmann was bumped from the list two years ago, his reported 10-figure net worth no longer enough to keep pace.)

At the same time, both the size and the number of hedge funds and private-equity funds have ballooned. "I used to have one of the biggest private-equity funds in the world," he says matter-of-factly. "It was, I don't know, $500 million or a billion dollars. If you don't have a $20 billion fund now, you're kind of a [nobody]," Mr. Forstmann says. (The term he used to describe those of us without $20 billion PE funds was both more colorful and less printable than "nobody.") "And so what does that tell you?"

Mr. Forstmann hasn't raised a new fund in four years. But he doesn't blame the hedge funds or the private-equity funds – they are not the villains in his story. "Fundamentally, I don't see them as a cause," he says. "Obviously the proliferation of hedge funds and private-equity funds has created its own dynamic. But this proliferation is simply a result of the vast increase in the money supply."

Mr. Forstmann has been around a long time, so he's seen a lot. But is it possible that he's simply fallen behind the times? By his own description, he's a bit of a figure from another age – "a bit like Wyatt Earp in 1910."

But it would be a mistake to dismiss Mr. Forstmann's pessimism too quickly. After all, he knows something about both credit and crises.

"You've got [Treasury Secretary Henry] Paulson saying 'Oh, you see the good news is it's over.'" The problem, according to Mr. Forstmann, is that it's far from over. "I think we're in about the second inning of this." And of course, the credit crisis wasn't even supposed to last this long. "This all started in August [of 2007], and it was going to get cleared up by October. It hasn't gotten cleared up at all."

One reason is that the proliferation of new financial instruments has left the system more closely intertwined than ever, making a workout, or even a shakeout, much more difficult. Take what happened to Bear Stearns. "What should the health of one brokerage firm in America mean to the entire global financial system? To an ordinary person, probably not much. But in today's world, with all the interdependence, a great deal."

This circular creation of new credit, used to buy more newly created debt, all financed by ultracheap money and all betting with each other, has left the major firms hopelessly intertwined. "It's very interrelated," he says, locking his fingers together. "There's trillions and trillions of dollars that slosh around between all these places and if one fails . . ." He doesn't finish the thought.

Early in our conversation, Mr. Forstmann describes his conversational style as "Faulknerian." The word fits. He jumps between thoughts, examples and anecdotes in a pure stream of consciousness. One such aside is about Warren Buffett and the rule of the three "I"s.

"Buffett once told me there are three 'I's in every cycle. The 'innovator,' that's the first 'I.' After the innovator comes the 'imitator.' And after the imitator in the cycle comes the idiot. Which makes way for an innovator again." So when Mr. Forstmann says we're at the end of an era, it's another way of saying that he's afraid that the idiots have made their entrance.

"We're in the third 'I' for sure," he interjects an hour after first introducing the "rule." "And that always leads to something. Innovators don't just show up. Some disaster takes place because of the idiots, and then an innovator says, oh, look at this, I can do this, that or the other thing." That disaster is now.

In other words, "In order to fix what's going on in the United States there's going to have to be a certain amount of pain. The market's going to have to clear somehow. . . and it's hard for me to believe that it gets fixed without" upheaval in the financial system, the economy and the country as a whole. "Things are going to fail. Enterprises are going to fail. The economy is going to slow," he warns.

To be clear, although Mr. Forstmann talks about "fear and greed" getting out of whack, his is not a condemnation of "greedy speculators" or a "culture of greed" or any of the lamentations so popular among the populists in Washington. It is a diagnosis of the ways in which the financial sector responded to a government policy of printing money that was free, or nearly so. "The creation of much too much money caused all of this excess," he says. In other words, his is not an argument for draconian regulation, but for sound money.

Nor does he blame Alan Greenspan, even though he argues that this all started with the dot-com bubble and 9/11. "Greenspan," he allows, "had really tough decisions to make, so I don't think it's a black-and-white kind of thing at all." It was, and is, rather, "a case of first impression." Mr. Greenspan, he says, admits that he was "totally sure" that what he was doing was right. But he had "no idea what the consequences [were] going to be."

According to Mr. Forstmann, we are now living with those consequences. And the correction has only begun.

Mr. Carney is a member of the editorial board of The Wall Street Journal.

424) Filmes sobre temas internacionais

Hillary Clinton, Watch These Movies!
High Noon, Godfather II, Grand Illusion, and 22 other indispensable movies for understanding war and diplomacy.
By Fred Kaplan
NYT, May 4, 2009

What can The Godfather: Part II teach us about international relations?Last week, in the online edition of Slate's sister publication Foreign Policy, two of its regular bloggers, Stephen M. Walt and Daniel W. Drezner, drew up lists of what they regard as the best movies ever made about international relations.

Both are eminent international-relations professors, Walt at Harvard, Drezner at the Fletcher School of Law and Diplomacy. It's no surprise that neither of them gives our own film critic, Dana Stevens—or, for that matter, Gene Shalit—the slightest cause for worry. It is a shock, though, how lightly they've dipped into their own profession's vast cultural pool.Walt was inspired to compile the list after a friend told him about a film festival featuring more than 30 movies about wine. "That got me thinking," he writes. "If Foreign Policy had a film festival, what movies should we show?"

A couple of his selections are no-brainers: Dr. Strangelove, the ultimate satire of the nuclear arms race and the Cold War mentality; and Casablanca, the ultimate romance (though far from the best movie) about occupation and resistance. The rest, however, range from lame to puzzling.

His No. 3 pick is The Great Dictator, Charlie Chaplin's 1940 lampooning of Hitler, which, Walt writes, "reminds us that making fun of despots is often an effective weapon." Maybe Walt doesn't know that Chaplin regretted making this movie after learning of the Holocaust and the true extent of Hitler's monstrousness. The little tramp's pacifist speech at the end of the movie is also a disgrace given the timing of Chamberlain's appeasement. Even so, stipulating Walt's point about fun-poking, Ernst Lubitsch's To Be or Not To Be is the far defter film.

Walt lists Gandhi and A Passage to India for showing "everything you ever wanted to know about colonialism and the unavoidable clash of cultures that it produces." Really? They're not bad, if somewhat overblown and airbrushed. But when it comes to lifting the veil off colonialism, they're trifles compared with Battle of Algiers and Lawrence of Arabia. Battle is the most realistic film ever about colonialism, insurgencies, and urban-guerrilla conflict. Lawrence is the quintessential epic about the "dreamers of day" who thought they could reshape the map of the Middle East. Yet both films go unmentioned by Walt and Drezner—reason enough to ignore their suggestions.

Next on Walt's list is Fail Safe, Sidney Lumet's 1964 melodrama about a nuclear showdown between the superpowers. The ending is infuriatingly banal, and the whole film is outshone in every respect, not least its realism (in substance if not tone) by Stanley Kubrick's Dr. Strangelove, which came out the same year.


Then comes Wag the Dog. OK, the mendacity of the Bush years has made this film a retrospective classic, though it's more about domestic politics than international affairs.

Judgment at Nuremberg, about the post-WWII Nazi war-crimes trials, Walt sees as a nail-biter and the birth of the human rights movement. But it's moralizing pap—like most of Stanley Kramer's movies—especially compared with The Wannsee Conference, a truly gripping German film, also based on documentary transcripts, about the secret meeting where the Nazi high command approved the Final Solution for Europe's Jews.

Appearing toward the end of Walt's list are two head-thumpers. The first is Syriana , which he calls "an exciting if somewhat incoherent portrait of the interplay of oil companies, great power politics, local militias, and the tension between modernity and tradition in the Middle East," adding, "Not to be taken too seriously, but not without insights either"—all of which prompts two questions: What exactly are those "insights," and why is this movie on the list? (And, again, where is Lawrence of Arabia? Where's Three Kings?)

The most jaw-dropping pick of all, though, is Independence Day, which "makes my list," Walt writes, "because it is balance-of-power theory in action: an external threat (giant alien spaceships) gets the world to join forces against the common foe." Here's the thing. Walt is a classic International Realist, the author of such gravitas-beaming books as The Origins of Alliances, Taming American Power, and Revolution and War. Yet this is his view of "balance-of-power theory in action"—the one-worlder's wet-dream cliché about how all the nations join forces to beat back monsters from outer space? A much more cogent portrait of balance-of-power theory is the scene in The Godfather where the five families agree to get into the heroin business and divvy up the territory. (That's nearly a metaphor for the Congress of Vienna.) Better still is the scene in The Godfather Part II in which Hyman Roth, Michael Corleone, and the chiefs of various U.S. corporations, standing on a hotel balcony in Havana, slice up a birthday cake that's decorated with the map of Cuba.

Walt's list spurred Dan Drezner to devise his own, and Drezner's is even stranger. He agrees with Walt on Dr. Strangelove and Casablanca, but his No. 1 pick is The Lion in Winter, which he says is "about the strengths and limits of rational choice in international politics." Um, OK: a strange choice, especially for the top of the list, but there's a daring quality about it.

Then comes Children of Men, a terrific, truly frightening dystopian film. But Drezner sees it as a depiction of a global response to pandemic, when it's really about the breakdown of all order. (The premise of a suddenly infertile world is strictly metaphorical and the film's weakest element.)

Drezner's third choice is the mid-'80s TV film The Day After, about a Soviet-American nuclear war and its aftermath. I agree with Drezner that it captures "the latent dread" that many felt during Cold War days. (I remember shivering a bit during the scene when the ICBMs blast out of their Kansas missile silos.) But to say, as he does, that the movie "does a much better job" at this than Dr. Strangelove is preposterous.

His next pick is Conspiracy, an HBO movie about the Wannsee Conference. At least it's better than Walt's choice of Judgment at Nuremberg; but again, the German-made Wannsee Conference (aka Hitler's Final Solution: The Wannsee Conference) is the one to see.

Drezner's big puzzler is Y Tu Mama Tambien. "Buried within this romp about two Mexican teenagers going on a road trip with a very attractive woman," he writes, "is a lot of subtext about the ways in which globalization has affected Mexico." Don't get me wrong: I like looking at Maribel Verdú's naked body as much as the next guy (and this is a really good film on other grounds, too); but subtexts about globalization? This strikes me as a stretch. Better films for that are El Norte or, more subtly (though not about Mexico), Yi Yi, In the Mood for Love, and especially Chungking Express.

Then comes Seven Days in May, about a hawkish general who plots a coup to keep the president from signing a nuclear arms-control accord with the Soviets. Not bad, though it suffers from heavy-handedness, and it isn't really about international politics. I prefer The Manchurian Candidate (the original 1962 version), which takes its Cold War paranoia with a highball chaser.

I'm also puzzled by his choice of Burnt By the Sun. Yes, it's about the tension and terror of living on beautiful terrain in a totalitarian society—in this case, the rolling dachas outside Moscow in the time of Stalin—but it's not really about foreign affairs, except that it takes place in a foreign country. A better pick along the same theme would have been Andrzej Wajda's 1950s war trilogy—A Generation, Kanal, and especially Ashes and Diamonds—about the struggle of the Polish resistance against both Communist and fascist occupation. These films are more stirring than any movie on either blogger's list.

Some movies may be missing because of Walt's decision to exclude war films, spy films, and documentaries. Why he does this is unclear. (He says that most war films don't explain the war's causes. So?) He writes that he's aiming for "movies that tell us something about international relations more broadly." (Spy films don't do this?) He excludes documentaries mainly to avoid explicit propaganda films, such as Why We Fight and Triumph of the Will. But this also leaves off The Battle of Chile and The Sorrow and the Pity.

Off the top of my head, here are 25 that neither Walt nor Drezner mention—and that, to my mind, beat all of theirs. In addition to those that I've already mentioned (The Battle of Algiers, Lawrence of Arabia, Three Kings, Ashes & Diamonds, The Manchurian Candidate, The Godfather, and The Godfather Part II), there's also:

The Marx Brothers' Duck Soup (no better comedy about war's lunacy);
High Noon (in many ways a more succinct metaphor about U.S. foreign policy than Casablanca);
Army of Shadows (certainly a grimmer, more realistic drama about the French Resistance);
Goodbye Lenin! (here, Dan, is a poignant film, and funny, too, about the deceptions involved in living under totalitarianism);
The Lives of Others (ditto, but not so funny);
Burn! (Gillo Pontecorvo's over-the-top but still meaty tale of British colonialism);
The Third Man (the classic about corruption and innocence in post-War Vienna—in Walt's terms, the breakdown of authority in a weak state);
13 Days (a quite accurate rendition of the Cuban missile crisis);
The Syrian Bride (an unexpectedly charming-tragic film about the Syrian-Israeli territorial dispute);
Memories of Underdevelopment (colonialism in Cuba);
Man of Marble (the Solidarity movement);
Apocalypse Now (not the director's cut);
Breaker Morant (to hell with Walt's prohibition of war films);
Foreign Correspondent;
The Spy Who Came in From the Cold;
Notorious;
The Lady Vanishes (ditto with the ban on spy films);
and, finally, one of the best films of all time, period, Jean Renoir's Grand Illusion, about the great themes of the 20th century: the decline of class, the rise of mass society, and the deadly illusion of national borders. How could they leave off this one, too?

quarta-feira, maio 13, 2009

423) Turismo academico: viajando pelos EUA, abril 2009

Turismo Acadêmico: um mês como Visiting Scholar nos EUA, abril de 2009

Paulo Roberto de Almeida
Compilação e reestruturação dos posts publicados
no blog Diplomatizzando sob a rubrica “turismo acadêmico”,
relatando as etapas sucessivas de meu périplo de estudos
e de viagens pelos EUA, em abril de 2009.
http://diplomatizzando.blogspot.com/


Transcrevo abaixo cada um dos meus posts postados no blog Diplomatizzando dedicados à viagem que fiz com Carmen Lícia aos Estados Unidos no mês de abril de 2009, como Visiting Scholar na Universidade do Illinois em Urbana, mediante gentil convite do Professor Werner Baer, Leman Professor of Economics dessa prestigiosa (e enorme) universidade. Os posts foram intercalados por outros dedicados a outros assuntos, daí a idéia de coletá-los num único arquivo para facilitar o seguimento de uma viagem que foi tanto de estudo como de lazer, combinando leituras, visitas, numa viagem que se estendeu de 26 de março a 2 de maio de 2009, feita em avião, no trajeto Brasília-Miami, ida e volta (obviamente) e depois inteiramente de carro alugado, num total de 6.600 milhas (mais de 10 mil kms).
Por absoluta falta de tempo, deixo, neste momento (13 de maio de 2009), de efetuar mais extensos comentários a cada uma das etapas, visitas ou leituras mais interessantes, mas pretendo voltar a determinados assuntos na medida do possível. Cada um dos posts, aliás, daria margem a uma crônica saborosa, se eu tivesse talento (e tempo) para tal. Confesso que havia chegado um pouco pessimista, em função das terríveis notícias sobre a crise econômica e, quando parti, estava, se não otimista, pelo menos mais confiante em relação ao final desse doloroso processo de ajuste e nova partida em condições provavelmente mais sólidas, dado o vigor da democracia e da capacidade de inovação do povo americano. Não me considero em nada afetado pela Obamania dominante, apenas observei, li jornais e revistas, segui noticiário e debates na TV e tirei minhas conclusões que, como disse, conheceram um inflexão entre o momento da chegada e o momento da partida.
Os Estados Unidos são um país fabuloso, pela diversidade humana e cultural, pela flexibilidade de seu sistema econômico, pela extraordinária capacidade de trabalho de seu povo, pela riqueza de suas paisagens naturais e de suas construções humanas, principalmente as grandes cidades que visitei, em especial Chicago e Nova York. Urbana, propriamente, é uma cidade pequena, que vive em função da universidade e seus 30 a 40 mil estudantes (esqueci ao certo), mais alguns milhares de professores e funcionários. Apesar de pequena a cidade, a universidade é imensa, com dois museus, um centro de artes (com 3 salas, sendo uma para óperas) e várias bibliotecas (o que me interessa mais de perto, já que eu seria capaz de morar dentro de alguma, se tal me fosse permitido).
Posso dizer que Carmen Lícia e eu aproveitamos cada minuto de nossa estada, como poderá ser constatado (mas apenas parcialmente) pelos posts relatando visitas, viagens, leituras, e outras curiosidades. Ao final, gostaria de fazer um balanço, mas provavelmente terei de aguardar oportunidade mais adequada para refletir sobre as lições, aprendizados, surpresas e experiências registradas em pouco mais de um mês, contrariando uma expectativa inicial de que o período seria quase tranqüilo.
Em termos de balanço estritamente contábil, gastei muito mais dinheiro do me seria permitido a partir dos modestos honorários pagos pela Universidade (inclusive porque comprei um novo laptop, um MacBookPro, e vários acessórios, mas isto é o que menos importa). Em termos culturais e propriamente turísticos, posso dizer que foi uma das viagens mais deliciosas que já fiz em minha vida (e eu já viajei um bocado, por diversas partes do mundo, em meios os mais diversos). Registro meu agradecimento ao professor Werner Baer e deixo consignada minha decepção com prazo tão curto para fazer tanta coisa (mas fui eu mesmo quem fixou o prazo; poderia, teoricamente, ficar mais tempo, mas tinha obrigações familiares e profissionais no Brasil). Li intensamente, e viajei ainda mais intensamente: não posso dizer que tenha praticado gastronomia, tanto porque os EUA não são exatamente o pais para isso e eu não tinha tempo a perder em restaurantes, com tantos museus para conhecer e visitas para fazer. Voltei com malas ultra-pesadas, basicamente livros de Carmen Lícia, posto que eu me contive nas minhas demandas livrescas (tendo lido muito na biblioteca central da universidade).
Espero repetir a experiência, de preferência em outra universidade, pois a dimensão cultural e acadêmica da viagem compensam qualquer sacrifício temporário em termos de instalações e comidas (não sei se existe algo que possa ser chamado de gastronomia americana...).
Voilà, feita a introdução, só resta dar início à transcrição dos materiais, todos eles feitos às pressas, sem qualquer rascunho ou preparação, geralmente nos hotéis de passagem ou na residência universitária, depois de um dia inteiro de atividades. Esses posts refletem apenas o momento em que foram escritos, sem planejamento maior. Eles não foram objeto de reflexões prévias, ou planejamento detalhado, apenas destinavam-se a um registro e informação momentâneos do que ia ocorrendo no plano cotidiano. Talvez um recuo me levasse a escrever certas passagens de modo diferente, ou a disponibilidade de tempo me teria permitido delongar-me mais nas descrições e, sobretudo, nas avaliações ex-post de cada uma das experiências. Eles valem pela sinceridade e reação espontânea de um viajante sedento de curiosidade num périplo turístico-acadêmico.

Brasília, 13 de maio de 2009

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Quinta-feira, Março 26, 2009
1042) Turismo acadêmico (1): a caminho dos EUA

Embarquei nesta quinta-feira, 26 de março de 2009, para os EUA, via Manaus e Miami, a partir de Brasília, um voo tranquilo, que sai na hora do almoço e chega na hora da janta, sem aquelas canseiras habituais de voos transoceanicos.
Depois, um descanso no hotel do aeroporto de Miami, um carro de aluguel, no qual, eu e Carmen Lícia, vamos percorrer alguns estados da costa leste, antes de chegar a Urbana, Illinois, onde passarei um mês, pesquisando, lendo e dando algumas palestras em nível de pós-graduação.
Meio turismo, meio estudo, uma viagem de lazer e de pesquisa, com poucas surpresas e algumas curiosidades.
Manterei este blog informado de minhas andanças, leituras, palestras e descobertas.
Aeroporto de Manaus, 12h25, 26.03.2009
Postado por Paulo R. de Almeida às 3:20 PM

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Sexta-feira, Março 27, 2009
1043) Turismo acadêmico 2): nos EUA

Impressionantes reformas no aeroporto de Miami, desde que aqui estive pela última vez (em 2004 ou 2005, não me lembro): tudo muito amplo e limpo, bem decorado, tinindo de limpo e com muitas atrações para compra.
Tarefas da noite de 26: aluguel de carro, comunicação com Brasília, jornais e revistas locais, informação, etc.
Tarefas desta sexta-feira 27: visita a alguns pontos de Miami, depois estrada para Winter Park, uma cidade de férias, perto de Orlando, onde há um museu famoso pelos sua coleção de Tiffany e decoração belle époque.
No intervalo, respondi aos questionamentos de um jornalista russo sobre a nova política externa dos EUA para a Rússia. Depois vou reelaborar e postar aqui.
Miami International Airport Hotel, 9h46, 27.03.2009
Postado por Paulo R. de Almeida às 10:41 AM

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Sexta-feira, Março 27, 2009
1044) Turismo acadêmico (3): da Florida a Georgia

Dia de viagem e de visitas, nesta sexta-feira 27 de março.
Lembrancinhas no aeroporto de Miami, melhor do que que qualquer shopping pela variedade e preços imbatíveis.
Lanche rápido, que passa por almoço, depois saída para a estrada: I-95 Norte e depois Florida Turnpike. No caminho, ainda quente, uma parada numa Plaza de estrada para tomar um Frapuccino Java e entrada em Orlando, depois Winter Park.
Recomendo a visita a este museu:

The Charles Hosmer Morse Museum of American Art
445 North Park Avenue
Winter Park, FL 32789
(407) 645-5311
http://www.morsemuseum.org/about/about.html

Sobretudo em função destas exposições:

Art Jewelry, Favrile Metalwork & Precious Glass
by Louis Comfort Tiffany
Reinstalled in March 2008, this permanent gallery features about three dozen objects, including 11 pieces of jewelry that Tiffany designed for the new art jewelry division he established at Tiffany & Co. after his father died in 1905.
Tiffany Peacock

Selected Works of Louis Comfort Tiffany from the Morse Collection
The first three galleries at the Morse have been installed with more than 100 objects that represent what an art critic in 1900 noted as Tiffany’s “dumbfounding versatility.” These works include 14 leaded-glass windows as well as examples of lamps, art glass, ceramics, and metalwork.
Glassmaking

Secrets of Tiffany Glassmaking
Through photographs, models, tools, and art objects, this teaching exhibit shows the range of Louis C. Tiffany’s glass production, from mosaics and molded-glass jewels to leaded-glass windows and lamps, providing insights into the techniques employed by his artisans.

Posso garantir, como diria o Michelin, que vaut le voyage...

Depois, mais estrada: 4 East e I-95 Norte, em direção à Georgia.
Lanche no caminho e acabamos parando neste hotel, confortável:
Hotel Comfort Suites (GA641)
Brunswick, Georgia
Tel. (1.912) 267-4440
Fax: (1.912) 262-3495
home page: http://www.comfortsuites.com/hotel-brunswick-georgia-GA641

E agora, um pouco de informação, anotações (como esta) e dodô...

Brunswick, GA, 22h40, 27.03.2009
Postado por Paulo R. de Almeida às 11:28 PM

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Sábado, Março 28, 2009
1045) Turismo acadêmico (4): tempo cão, literalmente...

Bem, de acordo com as previsões meteorológicas, o céu deve nos cair sobre a cabeça, neste sábado dia 28 de março:

Storm Watch
Severe thunderstorms and blizzards
6:55 pm ET
Tornado touches down near Fayetteville, NC, heavy delays on I-95: Police report that a tornado was over or west of Interstate 95, 2 miles southwest of Vander, at 5:30 p.m. Police also report spotting funnel clouds near the Crown Coliseum.
(...)
Damage was reported on Chickenfoot Road, I-95 and Roslin Road in Robeson County.
Extensive delays have developed along Interstate 95 between mile markers 40 and 44 for downed trees and multiple accidents, including an overturned tractor-trailer. State troopers said that after the initial accident, other drivers wrecked while trying get around the scene.
"We're not sure yet if that's storm-related. It's a possibility. But I can tell you troopers are saying several severe thunderstorms that moved into the area," said Cpt. Everette Clendenin, a spokesman for the Highway Patrol.

Ainda no conforto do hotel, mas saindo dentro de uma hora aproximadamente.
Se sobrevivermos, eu continuo postando...

O tempo está ruim na maior parte dos EUA: nevascas no norte e no Texas, inundações em várias partes, tornados no Golfo do México e nas planícies centrais, chiva forte nos estados do Sul, enfim, todas as promessas de um dia miserável.

Carmen Lícia desistiu de ir ao Tip Joe, um mercador de material de arte em Boone, nas montanhas da Carolina do Norte: as estradas provavelmente poderiam ser perigosas.
Vamos continuar pela I-95, onde os acidentes aconteceram mais por imprudência do que por ação do tempo.
Como diria Abraracourcix, nosso único temor é que o céu nos caia sobre a cabeça...
Postado por Paulo R. de Almeida às 10:01 AM

1 comentários:
LmT disse...
Literalmente que os ceus (e uma vaca voando, ou pedacos de madeiras) caiam em suas cabecas. Sorte no trajeto restante e uma excelente estadia.
Abcs,
Leo Telles.
P.S. Na versao para o Brasil o nome ficou Abracourcix
Sábado, Março 28, 2009 12:29:00 PM

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Sábado, Março 28, 2009
1046) Turismo acadêmico (5): alive, so far...

Ao sabor das tempestades e tornados...

Comecei o dia, em Brunswick, na Georgia do sul, com tempo quente, sol, algumas nuvens, agradável para viajar.
Entramos em Charleston, uma cidade colonial da Carolina do Sul, com tempo coberto e já mais fresco, mas ainda razoável para passear. Era o que tinha para ver no caminho, com exceção de Savannah, ainda na Georgia, mas eu já conhecia de visita anterior.
Em Savannah foi realizada a primeira reunião conjunta do FMI e do Banco Mundial, em 1946, a única a que compareceu John Maynard Keynes, eleito presidente do Banco Mundial. Ele morreu pouco depois. Começou então a 'mania' de se eleger um americano para o Banco Mundial e um europeu para o FMI, até agora seguida, mas provavelmente não vai se manter durante muito tempo mais.
Já tinha estado em Charleston uma vez, para uma reunião de cooperação acadêmica, iniciada pelo ministro Paulo Renato de Souza (MEC, governo FHC) e tinha gostado. A cidade melhorou bastante, com muita restauração em velhas casas coloniais, mas na verdade a maior parte da arquitetura é do século XIX. A cidade é tipicamente turística e deve ficar cheia no verão. Agora tinha gente de bermuda e outros de casaco...
Depois de Charleston, foi uma chuva só, por vezes severa, e muito congestionamento na estrada, com velocidade reduzida a menos de 50 milhas por hora em alguns trechos.
Não consegui ver nenhum tornado, ou nenhum tornado conseguiu me encontrar, mas pode ser que eles estejam esperando por mim amanhã, uma nova jornada de "severe thunderstorms", "heavy rains" e "possible tornados" em cima do meu caminho, justamente.
Em Chicago, perto de onde vou, já caiu abaixo de zero, com novas nevascas e sorvete caindo por todo lado.
Não se pode dizer que a viagem esteja sendo aborrecida...
A bem da verdade, nao sei se conseguirei chegar a Washington amanhã, domingo, como era minha intenção.
Depende de um tornado que deve estar me esperando na estrada...
Postado por Paulo R. de Almeida às 11:57 PM

1 comentários:
Jhonny Embetterment disse...
E que venham as tempestades...mesmo já estando na primavera.
Domingo, Março 29, 2009 5:41:00 PM

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Domingo, Março 29, 2009
1048) Turismo acadêmico (6): terrorismo meteorologico e contabilidade da viagem

Depois de todo o alarmismo da sexta e sábado, em torno de tornados e chuvas fortes, feito pelo Weather Channel, em relação ao tempo ao longo da costa leste, sobre a I-95, onde eu estava viajando, confesso que pensei até em comprar equipamento de mergulho, mas nao foi preciso. Na verdade, só comprei um guarda-chuva e um casaco de chuva, Nautico, supostamente de marinheiro, e portanto impermeável.
Mas, o dia neste domingo 29 de março não podia ter sido melhor: sol em toda a estrada, por muitas milhas, apenas um pouco de vento, ou brisas mais fortes, o que aliás fez o tempo ideal para viajar.
Saimos de Lumberton e seguimos sem problemas pela I-95, chegando a Washington as 16h30, desta vez num hotel de Alexandria, perto do aeroporto de Washington.
Chuva forte ocorreu, de fato, mas na própria Flórida, de onde já tinhamos saído na sexta, e nas planícies centrais.

Conferindo agora o contador do automóvel, verifico que deixei Miami com o contador a 11.504 milhas, e cheguei ao hotel com 12.680 milhas, o que perfaz um total de 1.176 milhas, ou 588 milhas por dia. Convertido em quilometros, daria 946 quilometros por dia, ou 1.892 no total. Está na minha média histórica do viagens, incluindo visitas interessantes pelo caminho.
Vou jantar com um jornalista conhecido e conversar sobre as novidades brasileiras e americanas.
PRA, 29.03.2009, 19h5.
Postado por Paulo R. de Almeida às 8:32 PM

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Terça-feira, Março 31, 2009
1049) Turismo acadêmico (7): em Washington, de volta ao centro do poder mundial (hoje, um pouco em andrajos...)

Depois de chegar a Washington, dediquei-me à informação sobre o estado de saúde do Império, lendo o Washington Post, assistindo canais de informação e debate, conversando com alguns interlocutores.
Um diagnóstico: o Império não tem justamente um diagnóstico preciso sobre o que vai mal e se esse mal é uma simples gripe ou alguma pneumonia galopante. Ninguém espera que o gigante venha a ser posto por terra, mas o fato é que temos hoje um grandalhão com sérias dúvidas sobre seu futuro imediato e sobretudo o de médio e longo prazo.
Os comentaristas de TV e jornal -- basicamente jornalistas bem informados, economistas, observadores internacionais -- não conseguem se colocar de acordo sobre o diagnóstico e, portanto, sobre o receituário a ser aplicado, que prescrição fazer e que dose de qual remédio aplicar. Não há consenso sobre a natureza da doença e não existe acordo sobre os remédios: o Plano Geithner, por exemplo, tem defensores (mitigados) e críticos acerbos, e na verdade ainda não passou por nenhum teste prático.

Conversas 1: almocei, nesta segunda-feira 30.03, com Murilo Portugal, vice-diretor gerente do Fundo Monetário Internacional, no próprio restaurante do FMI -- aparentemente sem mais subsídios, como no passado, pois os preços me pareceram de mercado, ou pelo menos comparáveis a restaurantes de nível médio -- com a conta gentilmente coberta pelo meu anfitrião. Conversamos basicamente sobre a crise americana, a próxima reunião do G20 em Londres -- e as posições dos principais países --, e a situação no e do Brasil, obviamente. Eu era mais ouvinte do que propriamente um parceiro, tanto porque sou um observador distante de processos decisórios, justamente, e meu interlocutor ocupa uma posição importante no principal órgão monetário do planeta (o que aparentemente não impressiona muita gente, pois a única coisa que se discute é como dar mais recursos ao FMI, não mais poder...).
Como disse Murilo, a regulação que vem por aí -- e alguma, mais reforçada, vai ter de ser implementada, pois a demanda dos regulacionistas, entre eles França, Brasil, Rússia e China, vai nesse sentido -- será feita com olho no retrovisor, como sempre ocorre nesses casos: os reguladores levam em conta o que deu errado na presente conjuntura. Obviamente, a próxima crise -- tenham certeza de que virá, em alguns anos -- terá outros elementos, não os mais os responsáveis pela crise atual.

Conversas 2: jantei com Otaviano Canuto, que em duas semanas assume como vice-presidente do Banco Mundial, tendo tido a mesma posição (mas com outras funções) no BID. Conversamos bem mais sobre o Brasil, a política e a economia, do que sobre os EUA e a agenda mundial. Falamos (mal) da academia brasileira, como não podia deixar de ser, e bem sobre nossos filhos, como eles são maravilhosos e estudiosos (mas isso faz parte). Basicamente, trocamos idéias sobre os desafios econômicos do próximo governo brasileiro, em face das não-reformas não-executadas pelo governo Lula. Concordamos em que a herança fiscal será pesada, além de outras coisinhas mais não publicáveis.

Conversas 3: Na noite de domingo, dia da chegada em Washington, havia conversado com um jornalista brasileiro, Francisco Mendez, que está terminando os créditos de mestrado na Georgetown University, e se prepara para voltar ao Brasil no mês de maio. Abordamos, basicamente, temas da vida universitária, nos EUA e no Brasil. Como era de se esperar, fomos impiedosos (com razão) sobre o estado lamentável do debate intelectual no Brasil, para o que muito contribui a pobreza da vida universitária e a miséria acadêmica, de modo geral (mas miséria no sentido moral, não material).

Abstenho-me de comentar a gastronomia americana, uma contradição nos termos, pois ela é lamentável: eles conseguem estragar qualquer culinária reputada, francesa, italiana, etc... Enfim, parece que quanto mais poderoso o império, pior se torna a sua comida.
Esperemos que o mesmo não ocorra com a China, aliás apontada em todas as matérias de imprensa que li como o parceiro indispensável que pode salvar este império em dificuldades. Se a China cortar os suprimentos (em dólares), os americanos caem no abismo, e vai ser uma queda bonita (ops, horrível, quero dizer). Acho que os americanos deveriam virar budistas, ou confucionistas, whatever...
Postado por Paulo R. de Almeida às 12:13 AM

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Terça-feira, Março 31, 2009
1050) Turismo acadêmico (8): visitas e leituras em Washington

Parte do dia em Washington, nesta segunda-feira 30.03, foi ocupada com visitas e leituras.
Na parte turística, passamos no Museu de História Natural, onde Carmen Lícia comprou alguns posters de animais, e depois fomos às galerias Freer e Sackler, que fazem parte do conjunto de museus Smithsonian. Além das coleções do acervo, que já conhecíamos de incontáveis visitas no período 1999-2003, algumas exibições especiais estavam em curso, entre elas uma sobre arte cerâmica na Ásia oriental meridional e outra sobre uma legenda tradicional japonesa, um herói samurai que mata um monstro devorador de donzelas (clássico, esse tipo de enredo, nas sociedades fortemente patriarcais); o interesse desta legenda é que ela foi objeto de desenhos de alta qualidade artística, uma espécie de manga do século XVIII e XIX (mas a legenda é do século XII, no calendário cristão, obviamente).
Aproveitamos as visitas para comprar alguns livros; escolhi uma história do Oriente Médio contemporâneo, por um ex-diplomata inglês que se tornou jornalista depois que se decepcionou com a aventura de Suez (1956). Excelente, me pareceu, mas depois eu falo sobre ele. Um outro livro me chamou a atenção, percorri várias páginas, mas acabei não comprando. Anotei, em todo caso, os dados, para buscá-lo em alguma biblioteca americana: Lucette Lagnado, 'The Man in the White Sharskin Suit: My Family's Exodus from Old Cairo to the New World' (New York: Harper Collins 2007), uma história pessoal sobre uma tragédia humana e social: a expulsão dos judeus do Egito (onde viviam desde séculos) depois da tomada do poder por Nasser, nos anos 1950. Conheci judeus egípcios que acabaram emigrando para o Brasil...
Na livraria que fica ao lado do FMI, que já frequentei muitas vezes, tomei um capuccino enquanto lia rapidamente dois livros:
1) John B. Taylor: 'Getting Off Track: How Government Actions and Interventions Caused, Prolonged, and Worsened the Financial Crisis' (Stanford, CA: Hoover Institution, 2009). Percorri vários capítulos e fiz anotações. Devo dizer que já conheço as posições do autor, a quem aliás tinha conhecido pessoalmente, quando cuidava de assuntos financeiros na Embaixada em Washington, e acompanhei algumas reuniões de trabalho entre funcionários dos dois Tesouros, sendo que Taylor era o Secretário de Assuntos Internacionais do Tesouro americano. Ele é o autor da famosa "regra de Taylor", basicamente um método de cálculo da taxa de juros de equilíbrio em função da inflação e dos preços dos ativos. Eu já li um resumo dessa obra, "What Went Wrong?", disponível na internet, que resume o essencial do livro.
2) Nancy Birdsall (org): Rescuing the World Bank: A CGD Working Group Report and Selected Essays (Washington, DC: Ccenter for Global Development, 2006). Trata-se de uma compilação de ensaios operacionais sobre a reforma do Banco Mundial, feita ao início da gestão anterior, de Paul Wolfensohn, um dos falcões do Bush no Pentágono, mas que não durou muito tempo no BIRD.
Acabei comprando um outro livro, de Deepak Lal, um liberal indiano, chamado 'Reviving the Invisible Hand', mas depois falo sobre o livro...

Também li os jornais do dia, mas os temas são sempre os mesmos: tentativa de salvamento da indústria automobilística americana -- para mim, ela já deveria ter sido reestruturada, ou vendida para os japoneses, 20 anos atrás -- e a gestão da crise atual, segundo as visões de europeus e americanos. Parece que Londres vai ser uma bela confusão, devidamente maquiada pelos assessores presidenciais...
Postado por Paulo R. de Almeida às 1:02 AM

1 comentários:
Gustavo Tenório Trancoso Viana De las Casas disse...
Me sinto entusiasmado ao ler seus posts em seu périplo. Saudações Paulo!
Terça-feira, Março 31, 2009 4:40:00 PM

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Terça-feira, Março 31, 2009
1051) Turismo acadêmico (9): 500 milhas de indianápolis

Não, corrijo de imediato: não participei, nem pretendo participar das 500 milhas de Indianapolis, que por sinal estão comemorando o 100. aniversário este ano; vejam o site oficial neste link: http://www.indy500.com/. Mas, acabo de conferir: 1909 é de fato o centenário da corrida, mas a primeira ocorreu apenas em 1911... (embromadores esses automobilistas locais...)

500 milhas, da Virginia a Indianapolis...
Estou apenas conferindo minhas milhagens (que não me dão direito a milhagens extras, pois isso eu já venho fazendo): fiz exatamente 574 milhas nesta terça-feira, 31 de março de 2009, desde a Virginia (Alexandria, onde estava no Marriott), passando por Washington (DC), estados de Maryland, West Virginia, Pennsylvannia, novamente West Virginia, Ohio e finalmente Indiana, onde estou muito próximo a Indianapolis.
Isso dá exatamente 923,5 kms, numa média aproximada de 90 kms/h, sem visita nenhuma desta vez, apenas estradas (aliás, muito boas: não vi um buraco sequer...).

As estradas são boas, as paradas apenas razoáveis: aquela coisa de MacDonalds, BurgerKing e as variantes de fast-food, além dos mesmos hotéis de sempre.
Pelo menos a rede de Comfort Inn e Comfort Suites tem internet rápida gratuita, o que já é um progresso, depois da exploração comercial de Miami e Washington.
Paisagens bucólicas, com aquela sucessão de barns de rednecks, ou seja, os celeiros dos agricultores (subsidiados, of course), algumas vaquinhas e sobretudo campos colhidos, mas limpinhos, como se tivessem sido pintados para alguma foto de cartão postal. Algumas cidades pelo caminho, mas pouca coisa de realmente interessante, a não ser alguns prédios magnificos pela sua arquitetura moderna, pontes e viadutos bonitos e seguros, controle razoável de velocidade pelos state troopers.
Tempo magnífico, na maior parte do percurso, com sol e pouco vento. Apenas um pouco de chuva já na passagem de Ohio para Indiana. Boa música em todo o percurso, alternando duas estações de jazz.
Todas estradas inter-estaduais, construídas a partir do National Security Act do presidente Eisenhower, são de concreto, sem pedágio, e com abundante sinalização. Entre os mapas e o GPS do carro, o trajeto correu como se fosse planejado milimetricamente, sem qualquer problema.

Não observei sinais de crise, mas tampouco registrei os excessos de consumo de outros tempos: paramos várias vezes em centros comerciais (outlets, em grande parte, mas shoppings, também) para algumas compras, e os estacionamentos estão relativamente vazios, sem aquelas enormes vans carregando toneladas de bugigangas, como ocorria alguns anos atrás, ou talvez até o ano passado...
Pelas matérias da CNN, registro que a confiança do consumidor americano está voltando, e pelo menos a metade acredita que a crise está passando. O desemprego chegou a dois dígitos em alguns estados da costa leste e do Pacífico (os de maior comércio exterior), mas aparentemente o país parece recobrar algum sinal de vitalidade. Tenho lido matérias pelos jornais que demonstram a grande flexibilidade do sistema produtivo e o espírito de inovação de seu povo (vários sugeriram emissão de bônus nacionais, como durante as duas guerras mundiais, em lugar de depender de dinheiro chinês [que, aliás, é americano]).

O presidente Obama partiu hoje para a Inglaterra, mas suspeito que a maior cobertura será dada a sua esposa Michelle. A CNN já entrevistou seu "biógrafo", e me pergunto quando surgirá o biógrafo do cachorro presidencial...
A imprensa americana adora futilidades, aliás como qualquer imprensa, mas nisso acho que ela tem razão: a esposa do presidente parece mais interessante do que essa reunião do G20, que não deve decidir grande coisa.

Amanhã devo me apresentar na Universidade do Illinois, onde vou passar o mês de abril, fazendo pesquisa, leituras, e dando algumas palestras para alunos de pós-graduação.
Postado por Paulo R. de Almeida às 11:30 PM

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Terça-feira, Abril 07, 2009
1056) Turismo acadêmico (10): instalado em Urbana, e já viajando

Estava em falta com os seguidores habituais desta série dedicada a meu "turismo acadêmico", depois de mais de uma semana em silêncio. Aliás, nem tão turismo e nem tão acadêmico, assim, pois que tenho alternado providências práticas e atividades acadêmicas diversas.

Desde que cheguei em Urbana, cidade universitária conectada a Champaign, no Illinois (cerca de 180 km ao sul de Chicado), em 1. de abril (bela data para enganar incautos), tive de tomar diversas providências para minha instalação. Recebi um bom apartamento mobiliado da Universidade, mas vazio de comida e outras pequenas comodidades da vida diária. Assim, passei o primeiro dia circulando pelos centros comerciais da cidade (que nos EUA são sempre nos subúrbios, bastante espalhados) para abastacer a geladeira e também para nos precavermos contra o frio implacável que se abateu sobre toda a região nem bem chegamos nestas planicies geladas do meio oeste. Blusas, casacos, pijamas, meias (me está faltando uma par de luvas para dirigir), até sapato mais reforçado para enfrentar a neve, esta voltando de maneira triunfante em plena primavera. Eu estava preparado apenas para a primavera, com camisas de mangas curtas e nenhum casaco, não para temperaturas invernais...
Mas, a primeira providência foi comprar dois telefones celulares, já que o meu brasileiro perdeu qualquer conexão assim que atravessei os limites de Indiana para Illinois. Comprei o mais barato que havia, já que não servirá para mais nada depois de abril. Aos muito necessitados de me contatarem, recomendo o envio de uma mensagem para meu e-mail (ou pelo contato da minha página na internet), para comunicação direta do número. Acho que vai ser bom ficar sem muita chamada telefônica...

Depois, fui fazer uma identidade da Universidade, sem a qual eu simplesmente não existiria: ela me permite me conectar na rede da Universidade, retirar livros na biblioteca, enfim, existir, como qualquer ser vivo... Isso implicou em registro, foto, cadastro no sistema de conexão por rede. Mas, tudo muito simples, desburocratizado: as pessoas acreditam em você, basta declarar nome, algum telefone, e-mail e pronto...
Depois recebi um escritório na universidade, onde vou poder ler, receber visitas, enfim, cumprir meus compromissos acadêmicos. Falta decoração na parede, mas tem mesa, cadeira, estante, conexão e uma janela, nada mais, além do meu nome na porta e uma chave...

Depois, como ninguém é de ferro e já era sexta-feira, fui com o Professor Werner Baer e com Carmen Lícia, assitir Der Rosenkavalier, ópera de Richard Strauss (libreto de Hugo von Hoffmansthal), no centro de Performing Arts da Universidade do Illinois, um impressionante edifício de espetáculos, no coração da Universidade. Como diversos outros prédios, bibliotecas e facilidades diversas, foi financiado por um generoso dom de muitos milhões de dólares de um desses benefactors, que por vezes nem estudantes da Universidade foram: apenas pretendem perpetuar os seus nomes no solido granito (mármore italiano, no caso do prédio da Ópera) dos prédios que financiam tão prodigamente. Provavelmente metade da Universidade, e sobretudo suas várias bibliotecas, cada uma melhor do que a outra, foram dons de capitalistas beneficientes.

Bem, no sábado, como todo fim de semana, urge sair, passear. Fomos a Chicago, o que há de mais refinado em todo o meio Oeste: uma cidade impressionante pela sua arquitetura, riqueza em museus, diversidade consumista. Certas coisas marcam mais do que outras. Por exemplo: devo ter gasto mais em estacionamentos do que em comida, tanto porque não tivemos tempo de frequentar grandes restaurantes, porque aproveitamos a maior parte do tempo para passeios culturais, sobretudo o imenso Field Museum de Natural History, que eu já conhecia de outras visitas. Desta vez, fomos a duas exposições especiais, com entradas separadas; uma sobre o antigo mundo azteca, com peças vindas de vários museus mexicanos e diversos americanos -- algumas inclusive eu já tinha visto nos Smithsonian de Washington, no Dumbarton Oaks --, e outra sobre "real Pirates", ainda que em versão um pouco edulcorada. Na verdade, se tratava da reconstituição perfeita do Widah, um navio negreiro inglês, capturado por piratas e convertido ao banditismo de alto mar, entre 1620 e 1630, e que naufragou nas costas na Terra Nova, perto do Canadá. Ele foi quase todo recuperado em seu conteúdo por um desses caçadores de tesouros, que encontrou, de fato, um cofre inteiro com moedas de prata que seria, supostamente, dividido com os "empregados" da empresa de pirataria, numa trajetória bem documentada em documentos e em relatos de sobreviventes (todos os seis enforcados, com a única exceção do mestre de bordo, engajado à força e libertado no julgamento). Extremamente instrutiva essa aula sobre um microempresário da pirataria independente -- já que também havia corsários trabalhando oficialmente para soberanos, na mesma época--, que subsistiu enquanto as nações não se organizaram para combatê-los, um pouco como se faz hoje nas costas da Somália. Enfim, piratas são nossos companheiros constantes, nas esquinas das cidades brasileiras, ou até nos escritórios de lobbies de Brasília.
Também compramos livros (como parece inevitável) e passeamos de carro (já que a pé seria impossível, nesta windy city de ventos uivantes e gelados) por Chicago, realmente muito bonita (se não fosse por esse clima miserável).
Na volta deixamos de visitar o Oriental Institute da Universidade de Chicago, pois ele estará inaugurando, justamente nesta segunda-feira 6 de abril, novas coleções, que vamos visitar no dia 18 de abril, quando pretendemos retornar à cidade. Voltamos mais cedo do que o pretendido, pois estava anunciada uma nevasca para ninguém botar defeito. De fato, na estrada pegamos um pouco de neve-granizo, e depois muita chuva gelada pelo caminho. Abasteci na saída e não fizemos nenhuma parada até chegar em casa (com uma passada pelo supermercado para comprar um vinho)...

Segunda-feira, 6 de abril: comprei um novo MacBookPro, poderosíssimo, que estou instalando agora, e me apresentei na Biblioteca para verificar as condicoes de pesquisa e retirada de livros. Não poderiam ser melhores. Conversei com a chefe da Biblioteca Latino-Americana, mas não vai ser preciso nenhum favor especial: tudo é extremamente facilitado para qualquer um, pesquisador, estudante, curioso de passagem, não existe melhor lugar no mundo para quem gosta de livros do que uma biblioteca universitária americana. Eu seria capaz de morar dentro de uma delas, se não existissem objeções familiares e provavelmente institucionais. Mas, um dia ainda vou tentar.

Ainda estou aguardando me chamarem para alguma palestra, do contrário vou ficar lendo e escrevendo. Claro, planejando viagens também: na Páscoa, que já é na próxima sexta-feira, vamos voltar a Indiana, visitar Terre Haute e outras localidades de antiga ocupação francesa na região.
Por enquanto, vou continuar lendo e pesquisando (e bebendo vinho e tomando café, um de cada vez)...
Postado por Paulo R. de Almeida às 1:28 AM

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Quarta-feira, Abril 08, 2009
1057) Turismo acadêmico (11): Leituras sobre a crise

Em Urbana, na Universidade do Illinois.
Passei a terça-feira dia 7 de abril em pesquisas e leituras.

Pela manhã, retirei seis livros de duas bibliotecas para ler e retirar materiais para um livro que estou escrevendo sobre a diplomacia econômica do Brasil entre 1889 e 1945. Depois comento.
Pela tarde, passei boa parte do tempo, inclusive o começo da noite, numa livraria Barnes and Noble, lendo livros recentes sobre a crise econômica internacional, para preparar uma apresentação que vou fazer para os alunos de pós-graduação do Professor Werner Baer.
Para não ter de comentar cada um isoladamente, vou postar aqui abaixo minhas notas para essa apresentação, com o aviso de que as notas devem apenas servir de base, junto com gráficos e tabelas estatísticas, mais algumas ilustrações (como por exemplo capas dos livros citados), para uma apresentação em PowerPoint.
Aviso que a apresentação e as notas não estão ainda completas, pois falta toda a parte do Brasil.
Serve como um relatório de mid-term presentation and readings...

Brazil and the International Crisis: a personal approach
Paulo Roberto de Almeida
Presentation in April 2009 at the Center for Latin American Studies, University of Illinois, Urbana, by invitation of Professor Werner Baer.

The American or international aspects of the current crisis are already, if not well known, very well discussed and debated, as we can confirm by a bunch of books published lately:

The Gods That Failed: How Blind Faith in Markets Has Cost Us Our Future,
Larry Elliott and Dan Atkinson (New York: Nation Books, 2009)

BUT: It was just at one precise moment of 2008, say, between September and October 2008, that Gods failed and financial thunderstorm fell unto us? This is, perhaps, a conspiratorial view of the financial world, with a secret bunch of market speculators from Wall Street and the City taking control of the market leverages… (Sorry, they are just two English economists-journalists).

Or

Panic: The Story of Modern Financial Insanity, Michael Lewis (ed.)
(New York: Norton 2009)

BUT: It was just a Wall Street black hole that provoked the collapse of the markets? The man in the street also adopted the same behavior as speculators it seems… Why, so many people, during so long a period, trusted the Black-Scholes formula (portfolio insurance, and the short position assumption)?

Some books distribute the sins and responsibilities in an egalitarian way:

Every Man a Speculator: A History of Wall Street in American Life,
Steve Fraser (New York: Harper, 2006)

BUT: History repeats itself, in form of dreams and nightmares? Well, it seems part of American national character and the gospel that ‘greed is good’? That’s the inescapable fate of the ‘shareholder nation’?

Other analysts go direct to the point:

Getting Off Track: How Government Actions, and Interventions Caused, Prolonged, and Worsened the Financial Crisis, by Jeffrey Taylor (Stanford, CA: Hoover Institution, Press, 2009)
From which a synthesis can be read in this paper:
John B. Taylor, “The Financial Crisis and the Policies Responses: an Empirical Analysis of What Went Wrong” (National Bureau of Economic Research, January 2009; Working Paper 14631; available here).

BUT: Why the most brilliant economists did not alert the keepers of the Treasury and the Fed about the unsustainable interest levels?

Some try a more sophisticated approach:

Animal Spirits: How Human Psychology Drives the Economy, and Why It Matters for Global Capitalism, by George A. Akerlof and Robert J. Schiller (Princeton: Princeton University Press, 2009)

BUT: Why economists were not counting on psychological aspects of economic behavior all the time, and not just during moments of stress? And why the ‘animal spirits’ of the public at large should be driven by the visible hand of governments, as these two authors suggest in this book? And, would a more robust, and behaviorally informed, kind of Keynesianism suffice to counter such impending crises like this one?

Whereas other search for antecedents:

The Panic of 1907: Lessons Learned from the Market’s Perfect Storm, by Robert F. Bruner and Sean D. Carr (New Jersey: John Wiley, 2007)

BUT: It seems that the all the lessons were not very well learned at all… As William Bernstein recounts in his Preface, financial manipulators – be they English goldsmiths, treasury secretaries or central bankers – always print more money than they have in their vaults…


And one of the explicative variables is, of course,:

The Empire of Debt: The Rise of an Epic Financial Crisis, by William Bonner and Addison Wiggin (New Jersey: John Wiley, 2006)

AND that sound entirely true:
“The Entire homeland economy now depends on the savings of poor people on the periphery to keep it from falling apart. Americans consume more than they earn. The difference is made up by the kindness of strangers – thrifty Asians whose savings glut is recycled into granite countertop and flat-screen TVs all over the United States.” (p. 4).

According to some economic theorists (Hyman Minsky, for instance), all credit operations fell into three categories: hedging, speculative, and Ponzi. We have had allt three in the most recent times… And William Bernstein – from whom I have recently read the splendid A Splendid Exchange: How Trade Shaped the World – believes, as a trained neurologist, that we all have “greed centers” in our brains…


And here we are: Almost all, if not all, of the Brazilian crises of the past were provoked by external debt, huge amounts of debt, in every and each downturn of the international economy.

Even those crises not directly provoked by external constraints, such as the hyper-inflationary experiences of the 1980s and 1990s, are due, in last resort, to huge amounts of debt, either internal or external, which provoke mistrust, capital flight, insolvency of the State and some sort of default in government bonds.

When there is an external constraint, there is a lack of credit, say a credit crunch, and it is all: the economy stops, like today.
Today’s Brazil is not in crisis, but it is IN the crisis, for the first time.

Questions:

Does Brazil need stimulus? If so, what sort, exactly? Monetary stimulus, fiscal stimulus, what kind of it?
Government is trying every sort of government expenditures, to counter the credit crunch. It started by reducing the compulsory deposits in the banks, then extending some credit to the same banks, afterwards introduced old sorts of sectoral policies, such as one for automotive sector and so on.

Is there a lack of confidence in Brazil? Not exactly, but entrepreneurs took already a big surprise by the reverse behavior of the dollar at the reversal of exchange markets, last October.

So, the government tried everything:
1) Enlarging the provision of capital (compulsory, credits by Central Bank and so on…
2) Direct Injections of Capital (BC, to foreign trade companies and banks dealing with foreign trade, extending money for non renewed borrowings by Brazilian companies)
3) Direct credit from government banks (BB, BNDES)

(to be continued...)

Urbana (freezing), April 7th, 2009.

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Sábado, Abril 11, 2009
1061) Turismo acadêmico (12): A crise e a morte do capitalismo (francamente exageradas)

Mesmo de férias (saí de Urbana, na Páscoa para visitar os museus de Indianapolis, uma antiga região de colonização francesa, em Terre Haute, sudoeste de Indiana, e até uma cidadezinha chamada Brazil, ali por perto), não deixo de atender alguns aluninhos que me procuram para resolver suas dúvidas existenciais, ou mais exatamente didáticas. Assim, passei parte da noite no hotel respondendo a perguntas sobre a crise e a morte do capitalismo.
Esse tipo de pergunta não deve só sair da cabeça dos próprios alunos, mas deve ter sido colocada por algum desses professores desejosos de enterrar o capitalismo, o que apenas reflete uma incompreensão magistral sobre como funciona o mundo real.
Em todo caso aqui vão minhas respostas:

A crise do capitalismo
Respostas a questionário de estudante de jornalismo da UNESP
(continuação neste link: http://diplomatizzando.blogspot.com/2009/04/1061-turismo-acadêmico-12-crise-e-morte.html#links)

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1063) Turismo acadêmico (13): Brazil's role in South America

Continuando com minha prática de ser bonzinho e responder perguntas de estudantes (acho que vou comecar a determinar mais cuidadosamente minhas prioridades, pois do contrário não tenho tempo de fazer minhas próprias pesquisas e leituras), transcrevo abaixo minhas respostas a uma consulta recentemente recebida...

Brazil’s role in South America and in the global arena
Paulo Roberto de Almeida
Answers to questions presented by a (xxx) a M.A. Candidate 2010; Latin American & Hemispheric Studies, Elliott School of International Affairs - George Washington University

(continuação neste link: http://diplomatizzando.blogspot.com/2009/04/1063-turismo-acadêmico-13-brazils-role.html#links )

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1069) Turismo acadêmico (14): Chicago, mais uma vez, e depois Springfield

Mais um largo fim de semana, começando na sexta-feira e se estendendo até o domingo, ou, quem sabe?, até a manhã da segunda-feira.
Vamos mais uma vez a Chicago, para visitas, encontros, lazer e prazer.
Meu roteiro, de casa até o hotel Best Western, tem esta configuração:

Driving directions to 3434 N Broadway Ave, Chicago, IL 60657
146 mi – about 2 hours 37 mins
From: 2103 Hazelwood Dr - Urbana, IL 61801
I-74 W onto I-57 N toward Chicago

Depois, saindo de Chicago para Springfield, são mais três horas e meia, para ver a terra do presidente Lincoln:

Driving directions to Springfield, IL
207 mi – about 3 hours 30 mins
3434 N Broadway Ave - Chicago, IL 60657
1.Head southeast on N Broadway St toward W Hawthorne Pl - 49 ft
2.Turn left at W Hawthorne Pl - 0.2 mi
3.Turn right at N Lake Shore Dr - 0.3 mi
4.Turn left at W Belmont Ave - 203 ft
5.Turn right at N Lake Shore Dr - 164 ft
6.Take the ramp on the left onto US-41 S - 6.5 mi
7.Take the exit onto I-55 S toward St Louis - 137 mi
8.Take exit 134A to merge onto I-55 S toward St Louis - 59.5 mi
9.Take exit 98B for Clear Lake Ave/IL-97 - 0.4 mi
10.Merge onto IL-97 W - 2.9 mi
11.Turn left at N 2nd St - 410 ft

Springfield, IL

Voilà, um pouco de turismo que ninguém é de ferro, depois de dias e dias de leituras em casa e na biblioteca...
Alias, vou levando o Monetary History of the United States, 1867-1960, de Milton Friedman e Anna Schwartz (um volume para ninguem botar defeito (850 p.) e mais algum outro que vou ainda escolher. Caso caia neve e a gente fique bloqueado em algum lugar, não posso reclamar da falta de leitura...
Postado por Paulo R. de Almeida às 2:20 AM 0 comentários Links para esta postagem

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1071) Turismo acadêmico (15): Chicago, Saint Louis, no Missouri, e depois Springfield

Ops, tropecei na dinastia Ming...

Meu périplo dominical me levou bem mais longe do que o pretendido inicialmente. Depois de vir a Chicago na sexta-feira, com visitas ao Instituto Oriental da Universidade de Chicago e algumas livrarias, além de encontros com amigos, saimos no domingo apenas para dar uma esticada em Springfield, terra do Lincoln, antes de voltar a Urbana-Champaign.
Mas eis que na estrada aparece o anúncio de uma exposição sobre a dinastia Ming no Fine Arts de Saint Louis, ali mesmo, atravessando o Mississipi, no Missouri.
Assim, em lugar de fazer apenas as 207 milhas (340 kms, aproximadamente) até a capital do Illinois, acabamos esticando em mais 100 milhas, até St. Louis. Tudo isso debaixo de uma chuva gelada, por vezes intensa, que não nos deixou o dia inteiro, desde Chicago até a volta a casa, 22hs do domingo. Depois vou calcular a quilometragem total.
A exposição valeu o petit détour, ou valeu a viagem, como diria o Guia Michelin: são desses exposições que só ocorrem nos EUA, felizmente com bastante frequência. Os grandes museus americanos, por vezes em consorcios de três ou quatro ao mesmo tempo, se organizam (por vezes, cinco ou seis anos antes) para juntar tudo o que é possível obter em torno de um grande tema. Fazem um catálogo acurado de todas as peças disponíveis e transportáveis -- por vezes monstros de toneladas, outras vezes, quadros valiosíssimos, tudo com seguro astronômico, sem mencionar o próprio custo dos curadores, especialistas, scholars convidados para escrever capítulos de catálogos que são verdadeiras enciclopédias ilustradas, esgotando praticamente o assunto selecionado -- depois montam uma exposição itinerante que fica três ou quatro meses em cada capital, antes de ser desmontada, com as peças devolvidas a cada instituição de origem.
Ou seja, praticamente nunca mais na vida terrestre, talvez em milênios, se terá a possibilidade ver novamente uma tal assemblagem riquíssima como ocorre nessas exposições temáticas.
Desde meus longos anos na Europa, eu nunca fui de perder uma dessas grandes exposições temáticas: Tuthankamon, na Alemanha, nos anos 70, celtas em Veneza, nos anos 80, modernistas em Basiléia, sem mencionar as muitas que vi nos EUA durante vários anos: em Boston, NY, Chicago e, agora, Saint Louis. Por vezes era capaz de fazer 700 kms só para ver uma dessas exposições e depois voltar. As que eu não conseguia ver, por impossibilidade transcontinental, eu encomendava o catálogo, não raramente um catatau de 500 páginas com tudo o que se poderia desejar de ilustrativo sobre o tema em questão, como por acaso a exposição 'colombina' que ocorreu em 1992 na National Gallery de Washington, sobre os 400 anos da descoberta do Novo Mundo, período em que eu estava entre Montevidéu e Brasília.
Pois essa exposição de Saint Louis era a última do roteiro, já que as peças estarão sendo desmontadas agora em maio para devolução aos museus (Nanquim, Beijing, outros museus americanos) ou colecionadores de origem. Coisas que eu nunca tinha visto (e sou habitué em arte oriental, desde muito tempo, em Paris, Washington e outras capitais), e peças surpreendentemente belas. Uma dinastia que, aliás, presidiu à decadência chinesa, sinal de que, mais de uma vez (como os Habsburgos da Austria, por exemplo), decadência material não quer dizer esgotamento das possibilidades artísticas.
Acabei comprando, não o catálogo da exposição (pois não sou especializado em arte chinesa), mas um livro imenso (30x50, creio), grande (mais de 330 páginas de papel couché), pesado (deve ter mais de 5kgs), finamente ilustrado (centenas de reproduções da mais alta qualidade) sobre "China through the Eyes of the West: From Marco Polo to the Last Emperor", escrito por um especialista italiano, descendente de Marco Polo (no sentido lato, claro), Gianni Guadalupi, e impresso na Coréia. Uma verdadeira maravilha.
Mais surpreendente ainda é o preço: apenas e tão somente, 29,99 dólares, o que me fez sorrir. Só não comprei dois ou três, porque já tenho livros demais para carregar, e não seria o caso de afundar a mala.

Na volta, uma parada em Springfield, para visitar a cidade de um dos icones da história americana: Abraham Lincoln: casa, Museu e Livraria presidencial, além de outras memorabilia, bugigangas, tumba, talvez fantasma do Abe Linc. Não sou de panegíricos, nem de ficar cultuando mitos, mas é importante conhecer os mitos históricos de outros países, assim como temos os nossos próprios: Tiradentes, Rio Branco, Vargas, JK, quem sabe quem mais... Mitos contentam os espíritos simples, ainda que alguns posssam ter sido efetivamente importantes na história nacional, como é o caso do próprio Lincoln, de F.D. Roosevelt, talvez de Kennedy (provavelmente não pelas boas razões...) e outros mais. Churchill, sem dúvida alguma é um mito real, ou seja, está inteiramente à altura de sua fama, embora tenha sido um velhaco imperialista (talvez mesmo por isso...).
Em todo caso, para quem quer saber um pouco mais sobre o que existe exatamente sobre o Lincoln em Springfield, basta acessar este pequeno video de apresentacao do material e locais disponiveis: http://www.alplm.org/museum/ALPLMvideo_preview.html

Bem, na volta aquela chuva horrorosa, que nos perseguiu o dia inteiro. Promete mais amanhã. Tempinho miserável este da primavera no Illinois. Da próxima vez não me pegam abril: só volto em setembro, no máximo até o começo de outubro...

Bem, depois faço a conta da quilometragem, mas acho que tenho de controlar o óleo do carro, pois devo estar um pouquinho acima da média dos rented cars...

Urbana, 18.04.2009 (aliás, já 19 de abril no Brasil)
Postado por Paulo R. de Almeida às 12:01 AM 0 comentários Links para esta postagem

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Segunda-feira, Abril 20, 2009
1072) Turismo acadêmico (16): um pouco de milhagem, antes da quilometragem efetiva

Está muito frio, e chuvoso, para sair de casa novamente e conferir a milhagem de chegada do meu carro em Urbana. Só sei dizer agora que sai para Chicago, na sexta-feira, com 14.430 milhas marcadas no odômetro (acho que peguei em Miami com 11.100).

Engolindo asfalto (na verdade concreto)
Vejamos pela simples conta do Google Maps, a partir de Urbana, sem considerar as milhagens intermediárias:
1) Chicago, IL: 140 mi
2) Saint Louis, MO: 297 mi
3) Sprinfield, IL: 98,4 mi
4) Urbana, IL: 91,5 mi
Total aparente: 627 milhas (ou mais ou menos 1.040 kms).
Caberia acrescentar algumas dezenas de milhas de percursos urbanos, entre museus, shoppings, restaurantes, livrarias, em trajetos por vezes longos (Chicago, por exemplo, é uma cidade extensíssima, com muitas vias expressas, autopistas urbanas, que convidam aos grandes deslocamentos). Talvez 50 ou 70 milhas mais.
Amanhã completo os cálculos com base no contador. Convêm não esquecer de verificar pneus e óleo do motor, para evitar alguma má surpresa numa viagem noturna por estrada...
Postado por Paulo R. de Almeida às 2:00 AM 0 comentários Links para esta postagem

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Terça-feira, Abril 21, 2009
1076) O Brasil e a crise internacional: uma abordagem pessoal

Este é o título, em inglês, de uma apresentação minha na Centro de Estudos Internacionais da Universidade do Illinois, em Urbana, em 21 de abril de 2009, como abaixo:

Brazil and the international crisis: a personal approach
Urbana, 21 abril 2009, 78 slides.
Apresentação sobre a crise financeira internacional e o Brasil, preparada e apresentada no quadro de programa de visiting professor na Universidade do Illinois em Urbana-Champaign, a convite do professor Werner Baer. Disponível no site pessoal.
Postado por Paulo R. de Almeida às 1:53 PM 0 comentários Links para esta postagem

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Quarta-feira, Abril 22, 2009
1077) Visiting Scholar em Urbana: um reconhecimento

Abaixo, teor de carta pessoal, mas que pode ser tornada pública sem qualquer objeção de minha parte, ao patrono do programa de cooperação acadêmica ao abrigo do qual pude vir passar um mês de pesquisas na Universidade do Illinois em Urbana-Champaign, a convite do Professor Werner Baer, um conhecido economista brasilianista.

Visiting Scholar na Universidade do Illinois em Urbana
Um privilégio e uma chance...
Paulo Roberto de Almeida

Caro Jorge Paulo Lemann,
Há muito tempo tenho conhecimento de sua obra meritória – mas que deve ser reconhecida como verdadeiramente excepcional no contexto brasileiro – em benefício da formação acadêmica de alta qualidade de jovens brasileiros (e estrangeiros, por tabela). Tomei conhecimento de sua ação desde muitos anos, seja pela imprensa, seja por meio de boletins acadêmicos, mais especificamente alguns anos atrás quando servi, como diplomata que sou, na Embaixada em Washington – na gestão do Embaixador Rubens Antônio Barbosa, de 1999 a 2003 – ocasião na qual soube de sua generosa doação ao David Rockefeller Center of Latin American Studies da Universidade de Harvard, numa conjuntura em que a nossa embaixada também estava buscando impulsionar os estudos brasileiros nos EUA (materializados em algumas iniciativas conhecidas).
Não tinha tido ainda a oportunidade de interagir com você direta ou pessoalmente, posto que nossos itinerários nunca se cruzaram, na diplomacia ou na academia, por pura falta de sorte, ou de oportunidade, diria eu. Aliás, faltavam-me as suas coordenadas, que me foram agora repassadas pelo professor Werner Baer, que leva, aliás, o título de “Lemann Professor of Economics”, o que por si só é uma indicação de sua obra, uma entre muitas outras, que conheço mal, confesso. Acabo de passar um mês, a convite do professor Baer, como Visiting Scholar, o que para mim foi dupla ou triplamente gratificante. Já conhecia Urbana, tendo aqui vindo em duas oportunidades anteriores para participar de seminários sobre o Brasil. Mas foi a primeira vez que aqui passei mais de três ou quatro dias, podendo, portanto, usufruir do que a universidade tem a oferecer de melhor, do meu ponto de vista: acesso irrestrito e interminável a todo e qualquer tipo de publicação acadêmica.
Atualmente, como diplomata em relativa ‘inatividade’, mas sobretudo como acadêmico em tempo parcial, estou terminando o segundo volume de uma história da diplomacia econômica brasileira – depois de já ter escrito um primeiro volume relativo ao século 19 – cobrindo desta vez o período da República Velha e a Era Vargas (1889-1945). Faltava-me no Brasil, justamente, o acesso à literatura secundária e a alguns relatórios servindo como fonte primária tocando em alguns dos problemas mais importantes do período em questão: temas financeiros e comerciais, sobretudo. Nestas poucas semanas em Urbana processei, assim, uma massa de informações e análises a que não teria nunca acesso no Brasil, ou apenas em condições muito difíceis, considerando-se a precariedade de nossas bibliotecas em geral, e a ineficiência, ou inexistência, de empréstimos inter-bibliotecas. Para meus interesses livrescos egoístas, foi o ponto alto de minha estada.
O professor Baer também foi extremamente generoso, convidando-nos – eu e minha esposa, Carmen Lícia – a uma noite na ópera do Performing Arts Center da própria universidade, para assistir a uma representação moderna em seu formato de Der Rosenkavalier, de Richard Strauss e Hugo Von Hofmannsthal. Foi o ponto alto no plano artístico-cultural de nossa estada. Aproveitamos os fins de semana para duas esticadas a Chicago – visitas a museus, sobretudo – outra a Indianápolis, em Indiana, e uma em Saint Louis, no Missouri, para uma outra exposição excepcional, além de uma curta visita a Springfield, incontornável em se tratando da terra do Lincoln. O professor Baer ainda nos ofereceu um coquetel de boas vindas em sua residência, juntamente com outros brasileiros de passagem ou pós-graduandos em Urbana, o que representou mais uma oportunidade de interação acadêmica.
Minha retribuição como contrapartida acadêmica foi pequena, por falta de tempo e, talvez, de calendário no Centro de Estudos Latino-Americanos. Ainda que disposto a fazer palestras ou exposições sobre os temas de minha competência ou especialização – relações econômicas internacionais e política externa do Brasil – apenas foi possível fazer, em 21 de abril, uma palestra sobre o Brasil e a crise financeira internacional, cujo suporte visual, meramente ilustrativo, encontra-se disponível em meu site (link). O balanço de minha estada é, portanto, nitidamente em meu favor, o que poderá ser eventualmente compensado em alguma ocasião futura, ou mediante outras iniciativas compatíveis com o programa de estudos do Centro de Estudos Latino-Americanos da UIUC, especificamente sobre o Brasil, tão bem conduzido por eminentes scholars como o próprio professor Werner Baer e pelo professor Joseph Love.
Gostaria, aliás, de aproveitar esta oportunidade para cumprimentá-lo diretamente pelo seu constante apoio e excepcional suporte financeiro aos programas vinculados ao Brasil – não exclusivamente – concedidos em favor de diversas universidades americanas (e brasileiras, certamente). Embora não inéditas na tradição americana, estas ações são certamente excepcionais no plano acadêmico brasileiro, provavelmente sem precedentes ou similitudes históricas no caso de “mecenas” brasileiros, o que é não apenas merecedor de registro apropriado, mas digno de encômios e de publicidade (visando estimular vocações comparáveis dentre nossos capitalistas eventualmente motivados pela vida acadêmica). Se eu dispusesse de capital, faria algo similar, mas não semelhante, provavelmente dirigido ao estudo fundamental, pois que, vindo de família modesta, sei da monumental diferença que pode fazer no itinerário de um jovem desfavorecido a disponibilidade de boas escolas e de boas bibliotecas para uma formação compatível com os requerimentos de uma integração bem sucedida ao mercado de trabalho ou simplesmente provedores de condições mínimas para uma vida digna e profícua, no plano social.
Sou seu irrestrito admirador, portanto, no que concerne seu trabalho de apoio a programas de estudos como os aqui conduzidos de forma competente pelo professor Baer, aliás, um “vieux routier” dos estudos brasileiros desde o final dos anos 1960, como tenho constatado pela bibliografia compulsada aqui mesmo em Urbana (mas ainda relativa a seu período de Vanderbilt e de colaboração com o IPEA). Seu suporte financeiro direto pode – e deve – fazer diferença na vida de muitos estudantes brasileiros, contemplados com um séjour d’études (ou um programa inteiro de pós-graduação) em Urbana, onde as opções de estudo são obrigatórias, eu diria, tendo em vista o ambiente interno, favorável, e o milharal em volta, desencorajador, talvez. Um pouco menos de frio, e um pouco mais de animação, do ponto de vista brasileiro, talvez ajudassem a tornar a vida mais agradável em Urbana, mas não se pode dizer que esses fatores de indução ao estudo sejam negativos absolutamente, já que ajudam a converter o acadêmico brasileiro em um eremita intelectual temporário.
O novo aporte Lemann agora concedido ao programa brasileiro de Urbana vai certamente reforçar a presença e a cobertura geográfica dos recrutados brasileiros, assim como dos docentes e colaboradores daqui e de outras instituições. Mais importante, provavelmente, do que o simples aporte financeiro, é o engajamento pessoal, o commitment com um projeto definido, a definição de um objetivo maior, que é o da elevação intelectual, juntamente com a capacitação profissional, dos candidatos aqui acolhidos. A universidade já representa, em si, um excelente ambiente de pesquisa e de trabalho: o apoio material e a orientação intelectual a um programa focado em estudos brasileiros, com o instrumental analítico universal que cerca necessariamente qualquer empreendimento acadêmico, farão deste projeto, tenho certeza, um exemplo de excelência no terreno do mecenato intelectual.
Estas são as minhas poucas impressões de uma curta, mas produtiva, estada em Urbana nesta fria primavera de abril 2009. Levo daqui alguns megabytes a mais de conhecimento, tanto no computador quanto em meu próprio hard-drive neuronal, o que representará um subsídio relevante na preparação de minha obra projetada, e por isso sou grato ao programa, ao professor Werner Baer, e a você mesmo, ainda que indiretamente ou por vias interpostas. Sou reconhecido, em qualquer hipótese, pela oportunidade que me foi concedida de conhecer um pouco melhor uma grande universidade americana, de me beneficiar com a riqueza de seus fundos bibliográficos e documentais, e de dispor de um excelente ambiente de trabalho intelectual nestas poucas semanas, o que será devidamente registrado no trabalho em preparação.
Espero poder travar conhecimento direto numa próxima oportunidade, para confirmar-lhe meu agradecimento pessoal pela distinção que me foi concedida. No momento aceite meus cumprimentos, junto com minha apreciação renovada pelo esforço conduzido aqui e em outras instituições de estudo especializado, assim como meu testemunho especial de reconhecimento, que pode valer para expressar o mesmo sentimento da parte de muitos outros jovens beneficiários, provavelmente incógnitos em vista de seu grande número. No mesmo ato, desejo consignar minha gratidão acadêmica e pessoal ao professor Werner Baer, que já formou e orientou centenas de estudantes de mais de uma geração, de forma contínua e confirmadamente entusiástica: seu nome está consolidado como o grande brasilianista da área econômica e como um excepcional amigo do Brasil, junto com outros nomes igualmente famosos dessa comunidade agora ampla e diversificada.
O abraço do

Paulo Roberto de Almeida
Urbana, IL, 22 de abril de 2009

Para: Jorge Paulo Lemann

cc: Werner Baer
Lemann Professor of Economics
University of Illinois at Urbana-Champaign
1407 West Gregory Drive
Urbana, Illinois 61801
Phone: (217) 333-8388
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Quinta-feira, Abril 23, 2009
1078) Turismo Acadêmico (17): Simposio Joaquim Nabuco e Madison: Universidade de Wisconsin

Devo participar, nesta sexta feira 24 e no sábado 25 de abril, de um simpósio sobre o Joaquim Nabuco, conforme programa abaixo.

Nabuco and Madison
Conference Program
April 24-25, 2009
University of Wisconsin-Madison

The Brazil Initiative and Nabuco and Madison: A Centennial Celebration

Program
Pre-Conference Event

Friday, April 24, 2009 - 3:00 - 5:00pm
Memorial Library, Special Collections, 9th floor
A guided tour of Joaquim Nabuco holdings at the University of Wisconsin.
Paloma Celis Carbajal, Ibero-American Bibliographer, University of Wisconsin

Friday, April 24, 2009 - 6:00pm
Brazil Initiative Launching Ceremony
Prof. Severino J. Albuquerque, Spanish and Portuguese, UW
Prof. Ksenija Bilbija, Director, Latin American, Caribbean and Iberian Studies, UW
Prof. Gilles Bousquet, Dean of International Studies, UW
Ambassador João Almino, Consul General of Brazil in Chicago

7:00pm - 9:30pm - Conference Opening
Prof. Severino J. Albuquerque, Spanish and Portuguese, UW
Prof. Ivy Corfis, Chair, Spanish and Portuguese, UW
Prof. Guido Podestá, Associate Dean, International Studies, UW
Prof. Magdalena Hauner, Associate Dean, Letters and Science, UW
Speakers:
Ambassador João Almino, Consul General of Brazil in Chicago
“The Share of America in Civilization: The Importance of Nabuco’s Madison Speech”
Dr. Humberto França, Fundação Joaquim Nabuco, Recife, Brazil
“Joaquim Nabuco nos Estados Unidos: A Diplomacia Pan-Americanista, 1905-1910"

Saturday, April 25, 2009 - 9:00am - 11:45am
Session: Nabuco’s America(s)
Chair: Prof. Francisco Scarano, University of Wisconsin-Madison
Dr. Paulo Roberto de Almeida, Ministério das Relações Exteriores, Brasília.
“The Share of the United States and Brazil in Modern Civilization: A Centennial Homage to Joaquim Nabuco’s Wisconsin Commencement Speech of 1909"
Prof. Pedro Meira Monteiro, Princeton University
“Sharing America: O espaço americano em Joaquim Nabuco”
Prof. Dain Borges, University of Chicago
“Nabuco and Brazilian Travel Writing”
Prof. João Cezar de Castro Rocha, University of Manchester, UK
“The Task of the Translator (According to Nabuco)”

1:00pm - 2:45pm
Session: Nabuco, Diplomacy, and Foreign Policy
Chair: Prof. Mary Lou Daniel, Emerita, University of Wisconsin-Madison
Diana Page, Foreign Service Officer, Department of State, Washington, D.C.
“Public Diplomacy: Ambassador Nabuco’s Enduring Legacy”
Alfred M. Boll, SJD, Foreign Service Officer, Department of State, Washington, D.C.
“Joaquim Nabuco and the Development of the United States Foreign Service”
Prof. Steven Topik, University of California-Irvine
“Joaquim Nabuco, Classical Liberal and Diplomat?”
Prof. Joshua Alma Enslen, West Point Academy
“Diplomatas e escritores: Nabuco, Machado e a fundação da Academia Brasileira de Letras”

3:15pm - 5:00pm
Session: Nabuco and the Trajectory of Brazilian Abolitionism
Chair: Prof. Peter M. Beattie, Michigan State University
Prof. Jeffrey Needell, University of Florida
“Nabuco and the Parliamentary Struggle for Abolition”
Prof. Peter M. Beattie, Michigan State University
“Thomas, the Slave, and Joaquim Nabuco, the Lawyer: Crime, Capital Punishment, and the Courts in Recife, Pernambuco, in the 1870s”
Courtney Campbell, Vanderbilt University
“An Exception to the Rule: Joaquim Nabuco and the Case of Morro Velho”
Celso T. Castilho, Vanderbilt University
“Abolitionism, Urban Spaces, and Changing Electoral Practices in 1880s Recife: The Case of Joaquim Nabuco’s 1884 Parliamentary Campaign"

Please visit the public exhibit of selected Nabuco works and documents at the University of Wisconsin
Memorial Library, Main Entrance
April 13-26, 2009
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1080) Turismo acadêmico (18): Leituras em Urbana: uma simples listagem

Ao deixar Urbana, ao meio dia da sexta-feira 24 de abril, posso dizer que empreguei bem meu tempo de Visiting Scholar da Universidade do Illinois, campus Urbana-Champaign.
Levo as mais gratas lembranças da biblioteca da universidade, do seu campus, dos shoppings (onde fiz algumas compras, e por isso minha mala está vergando sob o peso dos livros), lembranças menos gratas do seu tempo inclemente (frio, granizo, chuva, vento) e muitos novos conhecimentos e amizades.
Li muito, sem contar os jornais, revistas, noticiário de TV (alguns filmes entrevistos, também), material recebido pela internet, muita correspondência, alguns trabalhos escritos (devidamente registrados em minha lista de originais, no site), além de duas palestras preparadas.

Seria talvez oportuno referenciar aqui os livros ou artigos diretamente compulsados, de forma diagonal, na maior parte das vezes, mas sempre com notas e transcrições de tudo o que me interessava. Montei a lista abaixo de minhas anotações de leitura, justamente, assim é possível que uma ou outra coisa me tenha escapado, ao não tomar notas adequadamente. Em todo caso aqui vai:

Leituras em Urbana – Universidade do Illinois, EUA
Abril 2009

Paulo Roberto de Almeida

1) Carlos F. Díaz Alejandro. Essays on the Economic History of the Argentina Republic (New Haven: Yale University Press, 1970)

2) O’Rourke, Kevin and Williamson, Jeffrey. Globalization and History: The Evolution of a 19th Century Atlantic Economy (Massachusetts: The MIT Press, 1999)

3) Holger C. Wolf and Tarik M. Youssef, “Breaking the Fetters: Why Did Countries Exit the Interwar Gold Standard?”, In: In: Hatton, Timothy J.; O’Rourke, Kevin H.; Taylor, Alan M. The New Comparative Economic History: Essays in Honor of Jeffrey Williamson (Cambridge, MA: The MIT Press, 2007), p. 241. 265.

4) Officer, Lawrence. "Gold Standard". EH.Net Encyclopedia, edited by Robert Whaples. March 26, 2008. URL http://eh.net/encyclopedia/article/officer.gold.standard

5) Bordo, Michael D.; Taylor, Alan M.; Williamson, Jeffrey G. (eds) Globalization in Historical Perspective (Chicago: The University of Chicago Press, 2003)

6) Peter H. Lindert and Jeffrey G. Williamson, “Does Globalization Make the World More Unequal?” In. Bordo, Michael D.; Taylor, Alan M.; Williamson, Jeffrey G. (eds) Globalization in Historical Perspective (The University of Chicago Press, 2003), p. 227-275

7) Nicholas Craft and Anthony J. Venables, “Globalization in History: A Geographical Perspective”, p. 323-369 in Bordo...

8) Larry Neal and Marc Weidenmier, “Crisis in the Global Economy from Tulips tp Today: Contagion and Consequences, p. 473-514 in Bordo Taylor Williamson

9) Barry Eichengreen and Harold James, “Monetary and Financial Reform in Two Eras of Globalization”, p. 515-548 de Bordo et alii

10) William Summerhill, Order against Progress: Government, Foreign Investment, and Railroads in Brazil, 1854-1913 (Stanford: Stanford University Press, 2003)

11) Henry William Spiegel: (Associate Professor of Economics, Catholic University of America): The Brazilian Economy: Chronic Inflation and Sporadic Industrialization (Philadelphia: The Blakiston Company, 1949).

12) Milton Friedman and Anna Jacobson Schwartz, A Monetary History of the United States, 1867-1960 (Princeton, NJ: Princeton University Press, 1963. A Study By the NBER, NY)

13) Thomas J. Trebat: Brazil’s State-Owned Enterprises: A Case Study of the State as Entrepreneur (New York: Cambridge University Press, 1983)

14) Julio Berlinski, “International trade and commercial policy”, in Della Paolera, Gerardo, Alan M. Taylor, A New Economic History of Argentina (New York: Cambridge University Press, 2003), p. 197-232

15) Leonard I. Nakamura and Carlos E. J. M. Zaragaza, “Banking and Finance, 1900-1935”, in Della Paolera, Gerardo, Alan M. Taylor, A New Economic History of Argentina (New York: Cambridge University Press, 2003), p. 295-323

16) Della Paolera, Gerardo, Alan M. Taylor, Straining at the Anchor: The Argentine Currency Board and the Search for Macroeconomic Stability, 1880-1935 (Chicago, The Chicago University Press, 2001),

17) David A. Lake. Power, Protection and Free Trade: International Sources of U.S. Commercial Strategy, 1887-1939 (Ithaca: Cornell University Press, 1988).

18) Jeffrey Williamson. Globalization and the Poor Periphery before 1950 (Cambridge, MA: The MIT Press, 2006).

19) Eichengreen, Barry and Lindert, Peter, H. (Eds.). The International Debt Crisis in Historical Perspective (Cambridge, MA: The MIT Press, 1989)

20) Cardoso, Eliana; Dornbush, Rudiger, “Brazilian Debt Crises: Past and Present” in Eichengreen, Barry and Lindert, Peter, H. (Eds.). The International Debt Crisis in Historical Perspective (Cambridge, MA: The MIT Press, 1989), p. 106-139.

21) Fishlow, Albert, “Conditionality and Willingness to Pay: Some Parallels from the 1890s” in Eichengreen, Barry and Lindert, Peter, H. (Eds.). The International Debt Crisis in Historical Perspective (Cambridge, MA: The MIT Press, 1989), p. 86-105.

22) Mira Wilkins, “Conduits for Long-Term Foreign Investment in the Gold Standard Era”, In: Flandreau, Marc; Holtfrerich, Carl-Ludwig; James, Harold (Eds.). International Financial Historu of the Twentieth-Century (Cambridge: German Historical Institute and Cambridge University Press, 2003), p. 51-76.

23) Stephen A. Schuker, “The Gold-Exchange Standard: A Reinterpretation” in Flandreau, p. 77-93

24) Robert Skidelsky, “Keynes’ Road to Bretton Woods: An Essay in Interpretation”, In Flandreau, p. 125-151

25) René Courtin: Le Problème de La Civilisation Économique au Brésil (Paris: Librarie de Medicis, 1941)

26) J. P. Wileman. Brazilian Exchange: The Study of an Inconvertible Currency, dedicated to Dr. Fernando Abbott, Minister Plenipotentiary in the Argentine Republic to whose sympathy and encouragement the author is deeply indebted (New York: Greenwood Press, 1969; originally published in 1896).

27) Wirth, John D. The Politics of Brazilian Development, 1930-1954 (Stanford. Stanford University Press, 1970)

28) Herbert Feis, The Diplomacy of the Dollar, First Era, 1919-1932 (Hamdem, Connecticut: Archon Books, 1965) copyright 1950, The Johns Hopkins Press

29) Herbert Feis, The Changing Pattern of International Economic Affairs (New York: Harper and Brothers, 1940)

30) Herbert Feis. Europe The World’s Banker, 1879-1914: An Account of European Foreign Investment and the Connection with World Finance with Diplomacy before the War (New Haven: Yale University Press; Council on Foreign Relations, 1930)

31) Council of the Corporation of Foreign Bondholders, incorporated under Licencce form the Board of Trade, August 1873. Reconstitute by special Act of the Parliament, July 1898. Annual Reports. Seventieth Report, For the Year ending december 31, 1943.

32) Machado, Barry Francis 1944-. Farquhar and Ford in Brazil: Studies in Business Expansion and Foreign Policy (Evanston, Illinois: Northwestern University, Ph.D. Dissertation, History, 1975)

33) Gustavo Maia Gomes, The Roots of State Intervention in the Brazilian Economy (NY: Praeger, 1986)

34) Fisk, George Mygatt; Peirce, Paul Skeels. International Commercial Policies, with special reference to the United States, A Text-Book (NY: MacMillan, 1930)

35) Culbertson, William Smith. International Economic Policies: A Survey of the Economics of Diplomacy ( NY: Appleton, 1925)

36) Wilson Suzigan. Industrialization and Economic Policy in Historical Perspective. IPEA, Brazilian Economic Studies, n. 2, (Rio de Janeiro, IPEA-INPES, 1976, p. 5-33. Pesquisa e Planejamento Econômico, 5, n. 2, dez 1975, 433-74.

37) Annibal V. Villela, Wilson Suzigan, “Government Policy and the Economic Growth of Brazil, 1889-1945”, IPEA, Brazilian Economic Studies, n. 3, (Rio de Janeiro, IPEA-INPES, 1977, p. vii+1-393

38) Marcelo de Paiva Abreu. Brazilian Public Foreign Debt Policy, 1931-1943, IPEA, Brazilian Economic Studies, n. 4, (Rio de Janeiro, IPEA-INPES, 1978, p. 105-140.

39) Werner Baer, Richard Newfarmer, and Thomas Trebatt, On State Capitalism in Brazil: some new issues and questions. Austix, TX: The Institute of Latin American Studies, The University of Texas at Austin, 1976, Technical Paper Series n. 1

40) Hatton, Timothy J.; Williamson, Jeffrey G. International Migration, 1850-1939: an economic survey. In: Idem (eds.), Migration and the International Labor Market, 1850-1939 (London-New York: Routledge, 1994), p. 3-32

41) Hatton, Timothy J.; Williamson, Jeffrey G. Latecomers to Mass Emigration: the Latin Experience. In: Idem (eds.), Migration and the International Labor Market, 1850-1939 (London-New York: Routledge, 1994), p. 55-71.

42) Taylor, Alan M. Mass Migration to Distant Southern Shores: Argentina and Austrial, 1870-1939. In: Hatton, Timothy J.; Williamson, Jeffrey G. (eds.), Migration and the International Labor Market, 1850-1939 (London-New York: Routledge, 1994), p. 91-11

43) Baer, Werner. The Brazilian Economy: Growth and Development (6th ed.; Boulder: Lynne Riener, 2008)

44) Bairoch, Paul. The Main Trends in National Economic Disparities since the Industrial Revolution. In: Bairoch, Paul; Lévy-Leboyer, Maurice. Diaparities in Economic Development Since the Industrial Revolution (New York: St. Martin’s Press, 1981), p. 3-25.

45) Escosura, Leandro Prados de. Inequality and Poverty in Latin America: A Long-Run Exploration. In: Hatton, Timothy J.; O’Rourke, Kevin H.; Taylor, Alan M. The New Comprative Economic History: Essays in Honor of Jeffrey Williamson (Cambridge, MA: The MIT Press, 2007) 291-315.

46) Franko, Patrice M. The Puzzle of Latin American Economic Development (Lanham, MD; Rowman & Littlefield, 1999)

47) Schneider, Jürgen. Terms of Trade Between France and Latin America, 1826-1856: Causes of Increasing Economic Disparities? In: Bairoch, Paul; Lévy-Leboyer, Maurice. Diaparities in Economic Development Since the Industrial Revolution (New York: St. Martin’s Press, 1981), p. 110-119.


Urbana, IL, de 2 a 24 de abril de 2009
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Domingo, Abril 26, 2009
1081) Turismo acadêmico (19): Simposio sobre Joaquim Nabuco em Madison: um breve relato

Participei, na sexta-feira 23 e no sábado 24 de abril, do simpósio sobre o Joaquim Nabuco referenciado em meu post 1078 (vide abaixo).
Alguns velhos amigos brasilianistas, novos conhecimentos acadêmicos e, sobretudo, a oportunidade de conhecer um pouco mais sobre o personagem em questão (aliás representado, se o caso se aplica, por um neto e dois bisnetos).
Minha apresentação, como referido aqui, encontra-se disponível em meu site, aliás, não a apresentação em si (um arquivo em PowerPoint), mas o texto que lhe serviu de suporte.

1999. The share of the United States and Brazil in the modern civilization: A centennial homage to Joaquim Nabuco’s commencement speech of 1909, Urbana, 23 abril 2009, 15 p. Paper presented at the Symposium: Nabuco and Madison: A Centennial Celebration (Madison, WI: University of Wisconsin, April 24-25, 2009); Organizador: Prof. Severino Albuquerque. Desenvolvido a partir do esquema n. 1957. Preparada apresentação em PowerPoint com base nesse texto. Disponível como arquivo pdf, em versão ainda não revista, no site pessoal (link: http://www.pralmeida.org/05DocsPRA/1999NabucoMadison.pdf).

O diretor da Fundação Joaquim Nabuco, Humberto França, fez uma palestra inicial muito interessante, sobre o pan-americanismo de Joaquim Nabuco, transcrevendo trechos de cartas e de seus diários. Parece que o Joaquim Nabuco chegou com muito má disposição ao seu prestigioso posto de primeiro embaixador do Brasil, em Washington, em 1905. Começou a reclamar dos "preços exorbitantes, da comida deplorável e do clima miserável". Bem, com exceção dos preços, que estão razoáveis, parece que o resto se manteve. Minto: o clima melhorou bastante. Washington, nos tempos de Nabuco ainda era um lugar pouco saudável, com muito barro nas ruas e mosquitos e febres pestilenciais, por causa dos pântanos em volta. Melhoraram isso, e no verão já não sente tanto o calor abafado, graças ao ar condicionado, obviamente.
Muitas outras palestras interessantes, das quais fiz extensas notas, que não transcrevo por causa do volume do material e do meu cansaço de viagem.
Espero que a Luso-Brazilian Review possa transcrever alguns dos textos das palestras, ainda não o meu pois ele é preliminar e requer uma boa revisão, estilística e de conteúdo.
O ano que vem, 2010, foi declarado o ano de Joaquim Nabuco no Brasil, pelos cem anos de sua morte...
Escritores, historiadores, romancistas, curiosos...
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1082) Turismo acadêmico (20): A musica das estradas americanas

Well, not exactly....
Suponho que a maior parte dos carros alugados atualmente nos EUA venham com alguns equipamentos padrão: GPS, pedágio eletrônico e, sobretudo, rádio digital.

Viajando com música...e notícias...

O meu Pontiac (teria preferido um Honda Accord, mas não havia disponível) veio com tudo isso, e foi um conforto. Algum museu no caminho? Bastava colocar o endereço no GPS e lá íamos nós tranquilamente pelas estradas e ruas até chegar no exato local pretendido.
Pedágio? Go ahead... (depois aparece no meu cartão de crédito).

O mais agradável foi poder escolher entre dezenas de estações de rádio, cada uma com cobertura praticamente nacional.
Das estações de informações, todas as mais conhecidas, nas não consegui achar a minha PBS preferida em Washington (talvez porque existissem muitas para escolher, nas mais diferentes bandas, o mínimo quatro, acredito). Mas, CNN, BBC World Service e outras, em inglês, espanhol, francês (inclusive uma quebecoise Quoi de Neuf?).

Em matéria de música, para todos os gostos e inclinações.
Depois de algum zapping, inclusive controlado da própria direção, me fixei em três: Real Jazz, de feição mais clássica, Watercolor (jazz moderno) e uma que finalmente me prendeu mais tempo: Sinatra.
Não apenas o próprio, mas seu filho e filha (Nancy apresentava um programa que dialogava com ouvintes), seus imitadores e todo o tipo de música parecida (inclusive Tom Jobim, Caetano Velloso, ambos em inglês). Foi a melhor estação de todas: música variada, clássicos do Sinatra e programas especiais.

Alternei com alguns CDs de cantoras que aprecio (Diana Krall, Jane Monheit) e uma biografia do presidente Harry Truman, escrita e lida pelo historiador David McCullough, em cinco CDs, que fui ouvindo nos longos trajetos...

Quando teremos rádios digitais, ou melhor, estações digitais com essa diversidade no Brasil? Na verdade, a tecnologia já existe, e algumas estações já emitem digitalmente, mas suponho que o número, diversidade e conteúdo sejam ainda muito pobres, para não dizer miseráveis...

Quando entregar o carro em Miami, vou sentir saudades de meu périplo musical...
Terão sido mais ou menos seis mil milhas de músicas de alta qualidade e programas variados também instrutivos e informativos...
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1084) Turismo acadêmico (21): Museus de Nova York, os novos sao os melhores

Nova York tem tanta coisa para se fazer, que é virtualmente impossível se contemplar todas as possibilidades. Assim, decidi deixar de lado os museus mais conhecidos (Moma, Guggenheim, Natural History e Planetarium) e fazer um tour das novidades.

Novos museus em New York
Começamos a segunda-feira (um dia, aliás, no qual a maior parte dos museus estão fechados) por uma visita à coleção Rubin de arte himalaia, situado no Chelsea, rua 17. Incrivel como esse tipo de iniciativa prospera nos EUA: um casal de judeus, sem nenhuma vinculação especial com a Ásia ou sua cultura, começa, muitos anos atrás, a colecionar peças de arte himalaia, por puro gosto pessoal. A coleção cresce, começa a ocupar toda a casa, e daí surge a idéia de fazer um museu, com a ajuda dos amigos (que nunca falham) e de outras instituições.
Ai, basta encontrar uma palacete em NY (o que não é muito dificil), derrubar tudo por dentro, deixando a fachada, com a ajuda de algum arquiteto judeu que não cobra nada por isso, e zut, voilà, surge um novo museu, espetacular, inteiramente dedicado à arte himalaia (sobretudo Nepal e Tibete, mas tambem India e Paquistão, o que é inevitável), com peças inacreditáveis, que "aparecem" não se sabe bem como, mas que não são vistas nos museus de arte asiática tradicional (em todo caso, vi peças que nunca tinha visto iguais no Guimet de Paris, ou na Sackler e Freer de Washington).
Recomendo, absolutamente, inclusive porque além das coleções permanentes, sempre estão apresentando exibições especiais e temporárias, com peças coletadas em outros museus ou, o que é mais importante, em coleções particulares (e que portanto nunca serão mais vistas, a não ser em casos de doações, o que aliás ocorre muito frequentemente nos EUA).

Jewish Museum (Quinta Avenida, não muito longe do Museu of Design e da Guggenheim)
Outro museu espetacular, imperdível, construído (sempre totalmente renovado por dentro) dentro do antigo palacete dos Warburg (uma dessas familias de banqueiros riquíssimos da belle époque), e que abriga não apenas peças de coleções, mas toda uma exibição didática, com todos os recursos de mídia, sobre alguns milhares de anos da história do povo judeu. Imperdível, também, sobretudo porque eles reconstroem a experiência do povo judeu através das eras em diferentes continentes e nas três grandes divisões do povo judeu depois da diáspora: os que ficarem na terra de Israel, os de tradição sefardita (que foram para a Espanha, e depois se espalharam pelo mundo ocidental e oriental, depois do Edito de Expulsão, de 1492), e os askenazi (concentrados na Europa do norte, da Alemanha à Rússia, os que mais sofreram perseguições).
Convido os interessados a visitarem o museu pelo seu site online, pois não saberia descrever com fidelidade tudo o que vi durante algumas horas.
Sim, apenas uma lembrança (que já tinha me surpreendido anos atrás, quando soube desse atraso espanhol de quatro séculos): apenas em 1966 foi introduzida uma emenda ao Fuero de los Españoles, que deu liberdade religiosa aos judeus e revogou o édito de expulsão de 1492. Demorados esses espanhóis...

As lojinhas de museus também são excelentes e não apenas para lembrancinhas, para livros de qualidade também. Além dos catálogos próprios e das exposições especiais, fiquei lendo o prefácio e a introdução de um livro de um historiador americano-luxemburguês, Arno J. Meyer, que conheci anos atrás em Paris, autor de um excelente livro de revisionismo histórico sobre a Europa da belle époque, The Persistence of Old Regime (já traduzido e publicado no Brasil). Seu livro mais recente é uma história progressista do Estado de Israel: From Plougshares to Swords: From Zionism to Israel (London; Verso, 2008).
Não comprei porque já não tenho mais onde colocar um hardcover, não porque custa 34 dólares (embora pretenda comprá-lo por 6 ou 8 dólares dentre em breve, na abebooks.com) e escrever ao autor, que é emérito de Princeton.

Bem, acho que seria preciso um ano de NY, apenas para fazer as novidades, não o que já existe catalogado nos guias turísticos. Vou precisar de um sabático inteiro...

New York, 27 de abril de 2009
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Terça-feira, Abril 28, 2009
1087) Turismo acadêmico (22): Mais museus de Nova York: duas boas supresas
Hoje, último dia inteiro em New York, aproveitamos para fazer mais dois museus nunca antes visitados:

Museum of the City of New York; Frick Collection

O Museu da Cidade de Nova York destina-se, obviamente, a contar a história da cidade e a exibir coleções temporárias e especiais sobre aspectos específicos da vida na cidade. Tem uma grande variedade de exposições temporárias, de moda, de pinturas, de objetos os mais diversos (jogos e brinquedos de crianças, por exemplo), mas o que mais reteve minha atenção foi a exposição especial sobre os 400 anos da fundação da cidade, feita em cooperação com diversos museus e coleções pertencentes aos Países Baixos, especificamente Amsterdam.
De fato, em 2009 comemoram-se 400 anos desde que o navegador inglês Henry Hudson, a serviço de uma companhia comercial holandesa, em busca de uma passagem setentrional para a Ásia (na competição com os portugueses e espanhóis, que se tinham reservado o monopólio das rotas e conhecimento geográfico sobre as rotas meridionais, ao sul da África e da América do Sul), chegou à foz do rio que depois levou o seu nome, dividindo o continente da ilha de Manhattan (que também só veio a ter esse nome tempos depois).
Em 1609, portanto, a serviço da Vereenigde Ost-Indische Compagnie -- a VOC, Companhia Unida das Indias Orientais, ou seja, da própria India, da China e das ilhas da Ásia oriental -- o navegador Henry Hudson, que já possuia experiência de outras viagens a serviço de comerciantes ingleses e holandeses, embarcou no Halve Maen (Meia Lua), um barco não maior do que setenta pés, e veio explorando a costa atlântica da América do Norte, até encontrar um lugar excepcionalmente frequentado por castores e outros animais que poderiam fornecer peles (um dos principais objetos do comércio nessa época).
Essa companhia foi a primeira multinacional estabelecida como tal (aliás, em 1602), com ações negociadas na bolsa de Amsterdam e um conselho empresarial muito ativo, dividido em câmaras, para admnistrar os seus muitos negócios em vários continentes,
Seus estatutos foram devidamente aprovados pelo governo, e em sua atividade monopolista conferida pelo governo das repúblicas unidas, essa companhia chegou a ter, no seu momento de maior poder, 30 mil empregados, enviando mais de 35 navios por ano aos mais diferentes portos do mundo, com um volume de negócios equivalente a 10 milhões de guilders (caberia fazer a conversão para valores correntes atuais).
Seus poderes era praticamente equivalentes ao de um Estado legitimamente constituído, pois que ela podia construir fortes, recrutar soldados e manter forças militares permanentes, e mesmo contrair tratados com poderes estrangeiros (desde um Estado até um bando de índios, como ocorreu na compra da ilha de Manhattan).
Henry Hudson não era exatamente um empregado da VOC, mas um contratado, e foi ele quem esteve na origem de New Amsterdam (ela, sim, administrada por por empregados da VOC).
Mais tarde, nos anos 1620, tendo em vista problemas com um monopólio tão extenso, foi constituída a WIC - a Geoctroyeerde West-Indisch Compagnie, a companhia registrada das Indias Ocidentais -- sob cuja administracao New Amsterdam passou a ser comissionada como um dos mais lucrativos entrepostos comerciais dos holandeses, a partir de 1621.
Não apenas a WIC passou a ter o monopólio do comércio atlântico, mas ela também constituiu um poderoso exército na luta contra espanhóis e portugueses, vindo daí a invasão do Nordeste brasileiro, a partir de 1624.
Foi a WIC quem comprou de uma tribo de indigenas, em 1626, o território no qual se instalou New Amsterdam, nada muito além do que seria hoje Wall Street, até no máximo o Chelsea. Aparentemente custou 60 guilders, segundo uma carta comunicada ao conselho da WIC, quando o comércio de peles rendia, anualmente, cerca de 45 mil guiders aos holandeses.
Esses monopólios nunca dão certo, pois comerciantes independentes se lançam também nos negócios e contestam judicialmente o poder exclusivo da companhia, o que também ocorreu com a multinacional em questão. Para defender seus direitos, a companhia contratou um "historiador" para apresentar o seu caso: Johannes de Laet faz, em 1844, a história da WIC, já relatando a invasão do Brasil pela companhia, como exemplo do "sucesso" da companhia na defesa dos interesses holandeses, contra os espanhóis e portugueses.
Esse sucesso não durou muito, pois que já em 1654, os holandeses tiveram de sair do Brasil.
Um documento existente nos arquivos municipais de NY (85-40, remetendo ao volume I do "Original Dutch Records", 1654-1656), relata o pedido feito à WIC para que os judeus luso-holandeses fugidos do Brasil pudessem estabelecer-se em New Amsterdam, os primeiros judeus a receberam tal autorização. Depois de muita relutância do governador da WIC, Peter Stuyvesant, eles foram autorizados a ali se instalarem (devem ter pago alguma coisa por fora, talvez, como provavelmente já vinham fazendo o mesmo nas suas relações comerciais com os portugueses do Brasil, colocados sob domínio holandês, durante praticamente duas décadas).
Essa parte da exposição, centrada sobre a figura do Hudson, foi a que mais me interessou, obviamente, pelas suas muitas conexões com o Brasil (alguns quadros de Eckout, com índios brasileiros, livros falando do Brasil) e com o comércio internacional. Mapas, globos (vários originais), objetos encontrados, fac-similes e reproduções, numa riqueza admirável para exposições desse gênero.
Havia vários holandeses visitando a exposição, visivelmente orgulhosos da semente que deixaram para os ingleses (que passaram a dominar a localidade desde a segunda guerra anglo-holandesa, em 1664). Aliás, foi o próprio Peter Stuyvesant quem teve de ceder o poder político aos novos mandantes ingleses, cuja força militar excedia várias vezes o poder de fogo de sua pequena milícia.
Uma outra exposição audio-visual, cheia de escolares e suas professoras, mostrava o desenvolvimento da cidade, das origens até o 11 de setembro de 2001.

The Frick Collection
Fui visitá-la, sob recomendação de um amigo, Georges Landau, e foi também um dos pontos altos desta minha estada em NY. Uma velha mansão aristocrática (ou burguesa, para não retomarmos a tradição européia), totalmente renovada, mas conservando o padrão original, e abrigando uma das mais fabulosas coleções de arte particulares já vistas em NY, provavelmente rivalizando com a coleção Morgan (que conheci anos atrás).
Impossível descrevê-la em sua riqueza. Os interessados podem fazer um tour virtual neste link: http://www.frick.org/virtual/index.htm

Acredito que gastei mais em parking para o carro do que nos tickets de entrada nos museus, descontando algum lanche e livros (inevitáveis) comprados em cada lojinha de museu.

Terminei o dia na loja da Apple, da 5a. Avenida, mas o excesso de gente, de equipamentos e de tudo deixa a gente desarmado. Acabei verificando minha correspondência, configurei um iPhone para a minha conta do Mac, mas finalmente não comprei esse pequeno objeto de desejo, posto que seu uso no Brasil corresponderia a um outro direito monopólico das poucas companhias autorizadas a operar o equipamento e o serviço, provavelmente a preços tão abusivos quanto os cobrados pelas antigas companhias mercantis holandesas do século 17.
Todo monopólio é um abuso...

Adieu New York (literalmente: o Novotel da Broadway está lotado de franceses...).
28.04.2009
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Quarta-feira, Abril 29, 2009
1088) Turismo acadêmico (23): Saying good-bye to New York: o inevitável Sinatra
No momento de deixar a cidade, e irrevocavelmente amoroso pela rádio digital Sinatra, sempre fixada no carro, não posso deixar de recorrer ao inevitável Frank, em sua glamorosa evocação da cidade:

New York, New York

Start spreading the news, I'm leaving today
I want to be a part of it - New York, New York
These vagabond shoes, are longing to stray
Right through the very heart of it - New York, New York

I want to wake up in that city, that doesn't sleep
And find I'm king of the hill - top of the heap

These little town blues, are melting away
I'll make a brand new start of it - in old New York
If I can make it there, I'll make it anywhere
It's up to you - New York, New York

New York, New York
I want to wake up, in that city that never sleeps
And find I'm A number 1, top of the list
King of the hill, A number 1
these little town blues, are melting away
I'm gonna make a brand new start of it, in old New York
and- If I can make it there, I'm gonna make it anywhere
It's up to you, New York- New York
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1089) Turismo (quase) acadêmico (24): ultimas visitas culturais
Last visits in a big trip

De Nova York até Miami, nossa última grande etapa de viagem, seriam, segundo o Google directions, 1.286 milhas, em 19 horas e 59 minutos, segundo uma precisão surpreendente: nem um minuto mais (para arredondar para 20hs), nem um a menos, se por acaso o motorista for do tipo rápido, como eu (por isso mesmo tomei uma multa de velocidade logo no primeiro dia de Flórida, depois me comportei).
Na verdade, eu vim no meu ritmo particular, por vezes acelerando, por vezes parando num Starbucks para refazer a disposição...

Na verdade, no primeiro dia, depois de viajar por 12hs, fiz 716 milhas até Santee, na Carolina do Sul. Na manha seguinte, entramos em Savannah, a primeira cidade costeira da Georgia (aliás são poucas, pois espremaram a Georgia entre a CS e a Flórida, e lhe deixaram uma nesga de Atlântico. Savannah, como várias outras cidades do Sul escravista, tem uma arquitetura senhorial muito interessante, feita de casas de dois andares, com sacadas, um passado de supostas glórias na conquista da terra (contra os índios) e uma quase indiferença em relação aos escravos. Diferente de uma ou duas décadas atrás, o número de negros bem vestidos, com carros elegantes -- sem qualquer laivo de preconceito, aqui -- é bastante impressionante, pois denota um progresso real no que se acreditava ser ainda uma das características da paisagem social americana.
Fiz umas fotos do fundador da cidade, em estilo conquistador no seu pedestal marcado por uma longa declaração típica do passado colonial e século 19 (guerra contra os selvagens...).

Depois foram mais 616 milhas até o hotel de Miami, onde pernoitamos.
Nesta sexta-feira, 1ro. de maio, que não é feriado nos EUA (como todos sabem), escapamos mais uma vez para o que seria o último passei: as Keys, no prolongamento da Flórida, entrando no Atlântico em direção de Cuba: foram mais 340 milhas, ida e volta, mas que valeram a pena.

Em Key West, onde a estrada número 1 acaba, por falta de mais terras (mas alguns pedaços são pontes no mar), visitamos a casa de Ernest Hemingway, que eu já conhecia, mas muito rapidamente, de um passeio precedente.
Ele viveu aqui nos anos 1930, mais exatamente de 1931 a 1939, com uma escapada no meio para acompanhar brevemente a guerra da Espanha.
Na sua casa de Key West, uma bela construção de um armador de navios de meados do século 19, Hemingway escreveu alguns de seus melhores romances, e dezenas de contos, convivendo com uma (ou duas) mulher(es) e muitos gatos.
Nosso guia, Stan (de Ohio), que talvez propositadamente manteve um look à la Hemingway (barba enbranquecida e chapéu), explicou que todos os 64 gatos que vivem tranquilamente na residência atualmente, estão devidamente identificados no site da casa na internet.
Ainda não tive tempo de conferir, mas os curiosos e os 'gatófilos' podem entrar no site para verificar: www.hemingwayhome.com.
Em todo caso, acreditei no nosso guia, que me parecia decididamente heminguiano: tinha até uma cartelinha de 'mojito' saindo do bolso da camisa, no que imaginei que fosse uma receita para se embebedar, como o personagem fazia, quando não estava escrevendo. Para conservar a atmosfera, acabei lhe pagando mais dois mojitos, quando ele estivesse precisando, claro.

Também revisitei o "Southernmost point of the United States", uma elevação de concreto, em forma de sino, marcando o ponto mais meridional dos EUA, a apenas 90 milhas de Cuba (o que deve interessar mais os cubanos candidatos a náufragos, do que propriamente os americanos). Ali por perto, os marketólogos aproveitam para anunciar "the Southernmost house of the USA", para fazer festas e casamentos, "the Southernmost hotel of the USA", para os fanáticos por geografia, e outras coisas mais. Como sempre, as lembranças são "made in China", mas tirei fotos e comprei um postal desse ponto apenas emblemático por causa da Guerra Fria: depois do fracasso da invasão da Baía dos Porcos pelos mercenários da CIA, em 1961, John Kennedy promoveu uma reunião com aliados da OTAN em Key West não apenas para acabar com a histeria de um confronto bipolar na região, como para demonstrar a solidariedade atlântica no momento mais tenso daquela era.

Em Key West também há um pequeno museu Truman (de quem ouvi a biografia em audio por David McCullough, na viagem), que costumava vir passar férias na base da Marinha (que agora leva o seu nome), mas não pudemos visitar o museu, porque tudo aqui fecha as 5hs da tarde (como se sabe, os americanos jantam as 6hs, e depois dormem com as galinhas, no horário das galinhas, quero dizer...).

A volta foi tranquila, sem mais necessidade de ficar parando para tirar fotos das paisagens marinhas e das pontes, que são realmente espetaculares (acho que muitos já viram um filme cujo nome agora me escapa, que se passa nessas autoestradas das Keys, com cenas hollywoodianas de perseguição em caros, helicópteros, foguetes e tudo o mais a que temos direito nesses crash-punk-bang da indústria cinematográfica americana).

Bem, agora vamos só terminar de arrumar as malas e verificar se o voo (sem acento agora) ainda existe... O avião vai ficar um bocado mais pesado com os os livros, sobretudo da Carmen Lícia: só espero que não me cobrem excesso, do contrário vai ultrapassar o alugue do carro, que foi até barato para tudo o que fizemos...

Bye bye Miami... (só amanha cedo).
Postado por Paulo R. de Almeida às 12:21 AM 0 comentários Links para esta postagem

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Sábado, Maio 02, 2009
1090) Turismo (pouco) acadêmico (25 e final): uma pequena contabilidade de viagem
Sem tempo, agora, de fazer uma descrição completa da viagem, o que prometo fazer assim que possível, registro apenas alguns dados.
Aluguei um carro médio, muito confortável, seguro e rápido (ainda que americano), com a milhagem registrada em 11.504.
Acabo de devolver na locadora (sorry, não faço propaganda, mas foi muito barato) com o marcador em 18.120.
Foram, portanto, 6.616 milhas, precisamente, ou 10,647 kms de estradas e cidades.
Foram 18 dias em que fiquei quase 'parado', em cidades, como Urbana, lendo, ou como Chicago e New York, visitando, com um total de 372 milhas (ou, cerca de 20,6 por dia).
Nas estradas, foram 19 dias de viagens, num total de 6.273 mi, o que daria uma média de 330 milhas por dia, o que me parece razoável para o meu ritmo viajeiro.
Depois faço um relato pormenorizado.
Postado por Paulo R. de Almeida às 1:02 AM 0 comentários Links para esta postagem

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Conclusões, avaliação final:

Ainda não tenho condições ou tempo de fazer, o que pretendo cumprir em oportunidade que surgir.


Brasília, 2004: 13 maio 2009, 38 p.